LORENA: «Mi primer contacto con el mundo laboral vino gracias al programa de prácticas de empresa de la Universidad de Almería“

Comencé mis estudios de Ingeniería Química en la Universidad de Almería en 2008. Me costó bastante decidirme por esta carrera, ya que no conocía a nadie que la hubiera cursado antes y no tenía muchas referencias, pero mezclaba dos cosas importantes para mí: la química, que me encantaba, y un amplio abanico de posibilidades laborales.

Comenzaron las clases y pronto vinieron las dudas. Los primeros años fueron duros, primero y segundo de carrera estuvieron llenos de asignaturas que poco o nada tienen que ver con la química, y me planteé muchas veces si había elegido el camino correcto, hoy sé que sí, pero ojalá lo hubiera sabido entonces.

Unos cuantos años después, más de los que me hubieran gustado, y después de mucho esfuerzo, conseguí terminar mis estudios

Mi primer contacto con el mundo laboral vino gracias al programa de prácticas de empresa de la Universidad de Almería en Aqualia.

Este primer “trabajo” me sirvió para familiarizarme aún más con las prácticas más comunes de laboratorio, pero sabía que era algo transitorio, eran solo 3 meses, por lo que pronto me puse a la búsqueda de nuevas oportunidades laborales.

Comencé a mandar mi curriculum a todas las empresas del sector químico de la provincia de Almería, y fue gracias al centro tecnológico Tecnova, donde encontré mi siguiente y actual empleo, en Vellsam Materias Bioactivas, una empresa con una gran trayectoria en el mundo de los fertilizantes líquidos.

Aquí comencé como técnico de laboratorio, diseñando productos fertilizantes a la carta, según las necesidades de cada cliente y país.

Pronto me familiaricé con todas las materias primas que usábamos y fue un año más tarde cuando conseguí el puesto de Responsable de Compras.

Actualmente es a lo que me dedico, compro materia prima de todas partes del mundo, que posteriormente procesamos y convertimos en fertilizante líquido que ayuda a cultivos de gran parte del mundo. Planifico estratégicamente las necesidades a corto, medio y largo plazo, asegurando el aprovisionamiento para la producción, y siempre buscando la relación perfecta entre precio y calidad.

Durante todo este tiempo no he aparcado mi formación, ya que sigo formándome en distintas áreas relacionadas con mi día a día, y con el inglés, esa carrera de fondo tan importante en nuestra profesión.

Hoy puedo decir que todo el esfuerzo que supuso estudiar Ingeniería Química valió la pena, doy gracias a mis profesores y compañeros que fueron un apoyo en el camino, y animo a todo el que esté planteándose estudiar esta carrera, nada fácil, pero muy gratificante y con un abanico inmenso de oportunidades laborales, pudiendo elegir la que mejor se adapte a nuestros intereses.