En el XX Certamen Universitario “Arquímedes” de Introducción a la Investigación Científica (2022).

El Certamen Arquímedes es un prestigioso evento que premia los mejores trabajos de investigación a nivel nacional, provenientes de diversas universidades y titulaciones españolas.

Mi entusiasmo era evidente al saber que nuestro trabajo había sido seleccionado como uno de los 25 finalistas. Consciente del alto nivel de calidad de los trabajos competidores, aspirar a uno de los premios especiales del Certamen parecía un objetivo muy complicado. Sin embargo, desde el primer momento orientamos la defensa del trabajo hacia la obtención del Premio Especial Conmemorativo del Año Internacional de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible (ONU), ya que su temática se alineaba perfectamente con nuestra investigación (regeneración y reutilización de aguas residuales).

En la fase de preparación para la defensa, experimenté cierta inquietud debido a la responsabilidad de exponer mi trabajo ante un Jurado interdisciplinar compuesto por 6 destacados investigadores del ámbito de la ingeniería. Me preocupaba anticipar las posibles preguntas que surgirían desde diferentes perspectivas (técnica, económica, social, etc.), dado que cada miembro del Jurado era experto en diferentes áreas. Por lo tanto, me centré en preparar el turno de preguntas desde múltiples ángulos, algunos quizás menos convencionales para mí.

Con el tiempo, los nervios se disiparon, me sentía preparado y seguro para afrontar la defensa. Recuerdo hacer ensayos de la presentación con todo mi equipo de investigación, instándoles a ser lo más rigurosos y críticos posible, pues pienso que la clave para mejorar es considerar las críticas constructivas y recomendaciones de aquellos que han transitado por experiencias similares y han logrado los objetivos deseados.

Era una oportunidad que no podía desaprovechar; estaba decidido a dar lo mejor de mí.

Finalmente, la exposición fue bastante bien y, efectivamente, tal y como esperaba, me preguntaron desde diferentes perspectivas y ámbitos. No fue hasta casi dos meses después, cuando se publicó la Orden de Concesión, en la que pudimos comprobar que nuestro trabajo había sido seleccionado con el Premio Especial otorgado por Naciones Unidas. Habíamos cumplido nuestro “objetivo” tras todo el esfuerzo realizado.

El Certamen Arquímedes ha supuesto para mí un gran reto a nivel profesional y personal. Me siento muy orgulloso de haber podido representar a la Universidad de Almería en el evento, pues la mayoría de finalistas procedían de universidades “grandes”.

Para mí es un honor que el Departamento de Ingeniería Química de la UAL haya logrado hacer “pódium” en un certamen nacional con un trabajo de investigación que se inició con mi Trabajo Fin de Grado y continuó con mi Trabajo Fin de Máster, ambos realizados en el Centro de Investigaciones de la Energía Solar (CIESOL) de la UAL. No es un mérito tan sólo mío como estudiante, sino de todo el personal docente que me ha formado en la UAL a lo largo de mi trayectoria académica y, por supuesto, del grupo de investigación de regeneración de aguas de CIESOL, el cual se ha volcado conmigo desde el primer momento y me ha formado desde una perspectiva investigadora.

Este premio ha sido una gran dosis de motivación para afrontar mi doctorado, el cuál acabo de iniciar recientemente. Sin embargo, me queda aún mucho aprendizaje y esfuerzo en la senda de la investigación. En este sentido, hay una frase de Gandhi que me inspira mucho que dice “La satisfacción radica en el esfuerzo, no en el logro. El esfuerzo total es la victoria total”.