blogURBS

Los sueños comunes como impulso para la participación

Concepción Piñeiro 11 marzo, 2014

Desde hace unos años, la palabra “sueño” resuena en las formas de aproximarnos a la transformación social. Hay diferentes experiencias y metodologías en las que una de las piezas del engranaje es el sueño. Esta idea de escuchar, recolectar, dialogar, plasmar o concretar sueños nos ha llevado a varias personas y colectivos a reflexionar sobre la capacidad movilizadora de los sueños comunes (Instituto Elos, Fernández, 2012; Piñeiro et al., 2013, etc.).  Por ello, hace un año organizamos unas jornadas en las que compartíamos los siguientes desafíos en el marco del trabajo con sueños comunitarios que siguen vigentes en estos momentos:

i) cómo lograr recursos en tiempos de crisis;
ii) cómo contribuir a la belleza de los entornos desde la perspectiva de la sostenibilidad;
iii) cómo acoger todas las voces y aunar sostenibilidad con justicia social;
iv) cómo incorporar una perspectiva de complejidad e incertidumbre, características de la realidad actual;
v) cómo hacer posibles en poco tiempo cambios efectivos que recuperan el común.

Otras jornadas basadas en la reflexión sobre las formas de participación en el espacio urbano como las de Tejiendo Redes también han reflejado diferentes experiencias con el anhelo de identificar claves que comparten en su blog, entre las cuales se encuentran los sueños:

  • Basurama, proyecto RUS Lima: creatividad, celebración del espacio público, sincronización de recursos locales, prototyping low cost, lazos emocionales, hagámoslo juntos, final feliz.
  • Todos por la praxis, proyecto Parque Alaska: empoderamiento ciudadano, aprendizaje colaborativo, transferencia de conocimiento, emancipación social, arquitectura de código abierto, sinergias.
  • GSA Madrid, Proyecto Oasis en diferentes barrios: posibilidad imposible, espacios “caórdicos” (entre el caos y el orden), mirada apreciativa (identificar bellezas, recursos y talentos), espectacularidad rápida, sueños colectivos, replicar sin reproducir.

Así, recientemente encontramos experiencias educativas con base científica como Comunidades de Aprendizaje en las que una de las fases de transformación es el sueño, entendido como el modelo de escuela que quiere la comunidad de acuerdo a los principios del programa.

También hay experiencias del ámbito teatral en las que el sueño se incluye como forma de intervenir en la ciudad, como la de Ciudades Nómadas de la Rueda Teatro Social, a partir de la propuesta de Teatro Encuentro.

Otra de las mencionadas es la metodología Oasis, que sirve para dar forma a un proceso participativo de transformación del espacio público a partir de unas prácticas o actitudes en forma de juego cooperativo, que fue creada por el Instituto Elos (Brasil) en 2003. Esta propuesta se ha replicado más de 150 veces en diferentes países de América del Norte y del Sur, África, Asia y Europa. Se trata de una herramienta libre, que se puede incluir dentro de lo que se han denominado las Tecnologías Sociales de código abierto para posibilitar espacios de colaboración, que según la Rede de Tecnologias Sociais de Brasil se define así:

“La tecnología social comprende productos, técnicas o metodologías replicables, desarrolladas en la interacción con la comunidad y que representan soluciones efectivas de transformación social” (traducido de Costa, 2013, p.22).

Estas prácticas o actitudes (según la aproximación que tomemos) que componen esta metodología son siete: la mirada apreciativa, el afecto, el sueño, el cuidado, la acción, la celebración y la re-evolución. Una de las prácticas más destacables es la primera, la mirada apreciativa, porque propone establecer otras formas de relacionarnos.

Oasis GSA Madrid. Foto: Ana Arribas

Oasis GSA Madrid. Foto: Ana Arribas

Después de participar en varias experiencias de Oasis, la aplicación en el barrio El Ruedo (Madrid) es una de las experiencias que sirve para indicar la posibilidad de aplicación fuera de Brasil de esta iniciativa y cómo aprender de estas nuevas formas de plantear la transformación urbana. Como parte del proceso, se agrupan los sueños, por ejemplo en El Ruedo, en cuatro grupos: jardinería, deportes, infancia y espacios comunes. Desde la metodología se clasifican los sueños en socioeconómicos, socioculturales y socioambientales. Una de las cuestiones fundamentales es desarrollar criterios que permitan identificar cuáles son compartidos.

Lo que resulta más sorprendente de esta propuesta es cómo en sólo dos, tres o cuatro días (según el caso o tipo de aplicación) se puede organizar una gran diversidad de personas (en edades, culturas, grados de implicación, etc.) y hacer tangibles algunos de esos anhelos para el bien común, con resultados que desafían el pensamiento de lo que es posible. Por ejemplo, en una experiencia reciente en la que he podido participar en una comunidad en Santos (Brasil), en cuatro días se han construido un centro cultural, un parque infantil con juegos y un espacio para el encuentro, y una panadería comunitaria.

El cuidado de la sostenibilidad está presente en el tipo de aspiraciones o sueños, en la forma de hacerlos posibles, y fundamentalmente en la idea de aumentar la resiliencia de las comunidades, barrios y ciudades, mediante la potenciación de las conexiones múltiples entre diferentes actores sociales.

Por ello, incluso con posibles críticas constructivas desde diferentes perspectivas, es también un desafío para la investigación poder entender mejor cómo y por qué los sueños como impulso para el cambio logran resultados de potenciación de las redes comunitarias y de mejora física del territorio. Desde esta reflexión, queremos seguir investigando y practicando, invitando al diálogo sobre el sueño como pieza fundamental de las corrientes de cuidado de los comunes (economía de los comunes, economía del bien común, procomún, etc.).

·

Imagen de portada

«Una de las claves es concretar los sueños en varias maquetas y consensuar en una maqueta final lo que se va a realizar durante los días de acción» (Foto: Ana Pardo)

·

Más información

Cooperativa ALTEKIO Iniciativas hacia la sostenibilidad

Guerreros Sin Armas.GSA Madrid

·

Referencias

Fernández Ramos, Javier (2012). Experiencia OASIS: los sueños colectivos como motor de  cambio comunitario. IV Conferencia Internacional de Psicología Comunitaria.

Piñeiro, Concepción; Muñoz, María; y Díaz, María José (2013). Educación ambiental: conservación de la biodiversidad, el bienestar y los saberes locales. En Gómez Aiza, Adriana (coord.), Saberes y prácticas en torno a la salud y el bienestar. Manejo de recursos bióticos en la Sierra Otomí-Tepehua, Hidalgo. Pachuca: Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Costa, Adriano Borges (2013). Tecnologia Social e Políticas Públicas. São Paulo: Instituto Pólis; Brasília: Fundação Banco do Brasil.

Like this Article? Share it!

About The Author

Concepción Piñeiro

Licenciada en Ciencias Ambientales y doctora por el Programa Interuniversitario de Educación Ambiental. Socia de la cooperativa Altekio Iniciativas hacia la sostenibilidad, participa en el Equipo de Investigación Educación Ambiental del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid, así como en otros proyectos colectivos. Ha desarrollado estudios interdisciplinares e intervenciones en el ámbito de la ecología social y la educación ambiental, consumo y estilos de vida, tanto a nivel estatal como internacional. Ha diseñado y llevado a cabo numerosas formaciones, cursos, procesos participativos, etc., como facilitadora de procesos de grupos y formadora.

1 Comment

Leave A Response