Plaza Canarias. Fuente: Panoramio.
09:00 am de un sábado en la plaza Canarias, más conocida como Intercambiador de Santa Catalina. La plaza enlosada completamente de granito, sin ningún banco que invite a sentarse, sin fuente o sombra para realizar una pausa diaria; muestra una imagen gris y desierta. Es la misma que presentan cientos de plazas por todas las ciudades del mundo. Las llamadas “plazas duras”, espacios libres de vegetación donde predomina la forma por encima de la función, son lugares ariscos y fríos que no invitan a la reunión y la sociabilidad. Producto de las transformaciones urbanas experimentadas desde los años noventa, la creación de estos lugares se han convertido en una solución urbanística estereotipada, exportable a cualquier ciudad del mundo y centrada únicamente en la imagen. La concepción de “plaza” como lugar de encuentro vecinal queda fuera de las proyecciones arquitectónicas.
Plaza Canarias. Fotografía de la autora.
10:30 am del mismo sábado en el mismo lugar. La plaza Canarias luce ahora de un modo totalmente diferente. El espacio permanece idéntico a nivel arquitectónico, sin embargo, la transformación social es eminentemente visible. Su imagen ya no es la de una plaza desolada, sino que, poco a poco, grupos de patinadores, skaters y bailarines se han apropiado de ella. Niños, adultos y adolescentes se divierten practicando deporte. A lo largo del tiempo han surgido grupos de patinadores y escuelas que han encontrado en esta “plaza dura” el escenario perfecto para la práctica del patinaje, deporte olvidado en la planificación de las instalaciones municipales. El lugar se va convirtiendo con el paso de las horas en un foco de actividad deportiva y social, en el que surgen nuevas amistades, se comparten trucos y conocimientos y, en definitiva, se disfruta de la ciudad. La Plaza Canarias es el punto de encuentro por excelencia para todos los patinadores de Las Palmas.
Esta situación se repite por cientos de ciudades: “plazas duras” a las que la población ha dado una identidad con la sociabilidad generada. Citando a D. Harvey (1998), “las formas espaciales son la base material a partir de la cual se generan nuevas prácticas, significados y sensaciones”. Pensemos por ejemplo en la Plaza del Ángels, en Barcelona, uno de los lugares más famosos mundialmente para la práctica del skate. No se trata de un skatepark proyectado para la práctica de ese deporte, sino de una “plaza dura” de la que se han apropiado los skaters debido a su idónea arquitectura. Desde los pequeños grupos de skaters que comenzaron a realizar sus trucos en la plaza, su fama ha ido ascendiendo hasta el punto de ser el escenario del conocido videojuego Tony Hawk Pro Skater 2 (Neversoft, 2000). A ella llegan diariamente cientos de skaters de todas partes del mundo.
Esta transformación social de las plazas muestra cómo los ciudadanos ocupan las “formas” dándoles una “función” alejada de las expectativas proyectadas. Los políticos intentan ahora evitar estás prácticas deportivas, persiguiendo el deporte urbano mediante las normativas de Seguridad Ciudadana. No obstante, más allá de las multas, la identidad social ya se ha apropiado de las “plazas duras” creando una nueva geografía de puntos de encuentro.
Skater en Plaza Angels. Fotografía de la autora.