Eclesiástico irlandés, nació en 1589 en Cashel, condado de Tipperary, siendo hijo de Theobald Stapleton y Finola NicConmara. Inició sus estudios humanísticos bajo la dirección de Maurice Beggan, continuándolos en el colegio de los Irlandeses de Lisboa durante siete años. Tras aplicarse en artes y teología, fue ordenado sacerdote en dicho seminario portugués en 1612. Concluida su etapa formativa, Stapleton se avino a fundar un centro para la educación de los jóvenes católicos de su nación que arribaban a la península Ibérica para adquirir una instrucción superior que no podían realizar en su patria. Atraídos por el esplendor económico y las oportunidades de negocio con América, un elevado número de exiliados hibérnicos se afincaron en zonas portuarias de Andalucía. El florecimiento cultural de Sevilla convertía a la ciudad en un referente para acoger a estos colegiales. El padre Stapleton tuvo en cuenta estos factores para intentar ejecutar su fundación educativa en la populosa urbe hispalense donde ya estaba operativo el colegio de los Ingleses o de San Gregorio Magno (1592). En este proyecto, su principal valedor fue el duque de Bragança quien, para facilitarlo, le proporcionó cartas de recomendación para el arzobispo sevillano, el asistente de la ciudad y diversos sujetos que pudieran favorecerle en su empresa. Acompañado de un grupo de correligionarios irlandeses, recaló en la ciudad andaluza e inició las gestiones con las autoridades regias y eclesiásticas para institucionalizar el colegio de San Patricio, la Inmaculada Concepción y la Santa Fe Católica, bajo el patrocinio del canónigo Félix de Guzmán, tío del Conde-Duque de Olivares y obispo electo de Mallorca.

Con la consolidación del centro, y para dotarlo de medios económicos, acudió a Madrid en 1616, en calidad de su procurador, acompañado por el alumno Charles Ryan. Durante su estancia cortesana celebró su primera misa en la capilla del Real Convento de la Encarnación, el 25 de marzo, día de la Anunciación. En el verano del año siguiente se embarcó hacia Irlanda para dedicarse al ministerio apostólico junto con otros dos sacerdotes. En el marco de la recién creada misión de su nación, Felipe III le favoreció con una asistencia económica de 200 ducados. En su tierra natal permanecería durante una década, articulando su vida religiosa. En 1627 recaló de nuevo en Madrid enviado por la alta jerarquía católica irlandesa para ponerse al cuidado de un grupo de dieciocho irlandeses que trajo consigo. Como ya hubiera hecho en Sevilla, su objetivo era procurar el establecimiento de un seminario para sus compatriotas en la propia corte española. Dos años después fundó el colegio de San Joaquín y Santa Ana, la iglesia de San Patricio y un hospital en la calle del Humilladero con el apoyo de distintos particulares y ministros regios, caso del alcalde de casa y corte Juan de Chaves y Mendoza, futuro gobernador del Consejo de Órdenes.

Ante la mejora en la situación y el tratamiento dispensado por las autoridades inglesas a los católicos irlandeses tras la consolidación de la paz anglo-española de 1630, a comienzos de 1636 el padre Stapleton decidió regresar a su patria, vía Flandes. Coincidiendo con el viaje del marqués de Mirabel, Antonio Dávila y Zúñiga (c. 1580-1647), se encaminó hacia la corte provincial de Bruselas donde permanecería algunos años, dedicándose a la redacción del Catechismus seu doctrina cristina latino-hibernica. Esta obra se publicaría en 1639 bajo el patrocinio del cardenal infante Fernando de Austria, a la sazón gobernador general de los Países Bajos. Con dicho texto, Stapleton contribuyó a la labor catequética católica de la isla por medio de la escritura. El texto, redactado en lengua vulgar, aproximaba la religión a los fieles romanos y representaba para los misioneros un instrumento auxiliar en su ejercicio pastoral.

Se desconoce la fecha exacta en que arribó nuevamente a Irlanda, prosiguiendo los años siguientes a su aplicación sacerdotal en la diócesis de Cashel. El 14 de septiembre de 1647, como consecuencia de los enfrentamientos militares derivados de la Confederación de Kilkenny con las tropas de Oliver Cromwell, fue capturado en su iglesia catedral y ejecutado a manos de los soldados parlamentarios encabezados por el conde de Inchiquin.

Autora: Cristina Bravo Lozano

Bibliografía

STAPLETON, Theobald, The “Catechismus” of Theobald Stapleton (edición de John Francis O’ Doherty), Dublín, Stationary Office, 1945.

GARCÍA HERNÁN, Enrique, “El Colegio de San Patricio de los Irlandeses de Madrid (1621-1937)”, Madrid. Revista de arte, geografía e historia, 8 (2006), pp. 219-246.

The Irish Ecclesiastical Records, Dublín, William B. Kelly, vol. VIII, pp. 468-469.