El Libro de doctrina christiana, también conocido como Libro de doctrina de la christiana religión, es una obra escrita por Gutierre González Doncel (¿?-¿1527-1528?) en Roma a inicios de la década de los años veinte del siglo XVI, y remitida a Jaén, para ser utilizada en las escuelas vinculadas a la cofradía de la Concepción, fundada por dicho clérigo en 1517, en la iglesia de san Andrés, de la ciudad de Jaén. En la misma, el clérigo giennense dejó la impronta de sus ideales, así como de la influencia que la realidad italiana –y en especial, la romana- de inicios del Renacimiento tuvo en su pensamiento. En ella se entremezclan los contenidos meramente morales con el ideal pedagógico.

Esta obra ha sido considerada como uno de los trabajos claves dentro de la literatura catequética del siglo XVI. Estructurada en dos partes bien diferenciadas, la primera de ellas apenas difiere del resto de catecismos que en dicha época se difundían profusamente por toda Europa y que tuvieron como uno de sus prioritarios destinatarios los niños. En la segunda parte, intitulada Libro de la doctrina moral exterior González Doncel introdujo numerosos aspectos novedosos, entre los que resulta posible apreciar principios idénticos y compartidos con coetáneos de la talla de Elio Antonio de Nebrija, Juan Luis Vives o Erasmo de Rotterdam. En este sentido, el clérigo giennense, a partir de la consideración aristotélica de que el niño era como una tabula rasa que se podía moldear, pretendió instruir al infante en una serie de principios que, a su vez, debían encontrarse vinculados a la fe, y que servirían a este para alcanzar la salvación eterna. Una formación que para González no sería completa si no incluía la enseñanza de la lectura, escritura y del latín.

El tema de la infancia vertebra toda la exposición del Libro de la doctrina moral exterior, preocupación común para todos los humanistas que afrontaron la cuestión pedagógica.

La valorización de la educación del niño se convierte en un eje vertebrador, retomando algunos de los planteamientos del mundo clásico, defendidos tanto por Platón, como por Aristóteles. Para González Doncel, los padres debían ocupar un lugar primordial en este proceso, como responsables de atender y velar por la formación de sus hijos, un pensamiento que fue recogido por un buen número de autores durante el siglo XVI, como Nebrija o Rabelais.

Junto a este tema, una cuestión vital a lo largo de todo el Libro de doctrina moral exterior, lo representan las recomendaciones al niño –principal destinatario de la obra- en relación a su modo de comportarse y a la adquisición de hábitos y costumbres apropiadas, instruyéndole en las actitudes que debía mostrar ante diversas situaciones, plantedas y resumidas por Gutierre González en el transcurso de un día en la vida del infante. Un contexto idéntico al que años después, en 1538, adoptaría Juan Luis Vives en sus Diálogos sobre educación.

Se trató, de hecho, de una preocupación compartida con los tratados pedagógicos de la primera mitad del siglo XVI,  marcando una nota distintiva frente a los precedentes, en los que el tema de la urbanidad adquirió un especial protagonismo, al ser considerado un principio fundamental en la educación.

A ellos hemos de añadir, la atención que en la obra se presta a la figura del maestro, otra preocupación compartida por un buen número de humanistas. Los maestros, de hecho, para estos, debían ocupar un lugar principal en el desarrollo de todo el proceso educativo, situándose al mismo nivel que los padres. Para Gutierre González, de nuevo en unos términos que serán compartidos por otros autores de la talla de Elio Antonio de Nebrija, el maestro debía ser ejemplo de virtudes

En el trasfondo de todos estos aspectos citados, se advierte cómo el punto de referencia indiscutible para Gutierre González en todo momento, hasta convertirse en una cuestión sobre la que redunda todo, es la Italia del momento, donde desde el siglo XV se habían sucedido la aparición de escritos y proyectos de renovación pedagógica, alejados de la escolástica imperante en la Edad Media, en los que habitualmente la enseñanza moral y la doctrina cristiana se unieron a la impartición de nociones de aritmética o latín.

La obra, remitida por González Doncel de Roma a Jaén manuscrita, fue editada impresa en 1532, en Sevilla, muy probablemente por los Cromberger, y en 1564, en Toledo, por la imprenta de Miguel Ferrer.

Un ejemplar de la edición de 1532 se custodiaba en los fondos de la biblioteca de Hernando Colón. Pero donde el Libro de doctrina christiana adquirió su mayor repercusión fue en las Indias Occidentales. En Nueva España fue bien conocido por Vasco de Quiroga, quien estableció expresamente en su testamento que fuera utilizado para la enseñanza a los indígenas en sus Pueblos-hospitales de Michoacán. Igualmente la obra fue utilizada por fray Juan de Zumárraga en el proceso evangelizador.

La obra se convirtió, así, en un punto de referencia indiscutible para catecismos redactados en tierras de ultramar con posterioridad. En este sentido, la difusión del Libro de doctrina christiana no es sino el reflejo de la influencia que el programa diseñado por González Doncel adquirió entre algunos integrantes del alto clero castellano, responsables de extrapolar a las Indias programas en los que se intentaba aunar la labor asistencial y benéfica con la formación educativa, con un cierto matiz misional, de conversión de la población indígena.

Autora: María Amparo López Arandia

Bibliografía

GONZÁLEZ DONCEL, Gutierre, Libro de la doctrina de la cristiana religión y libro de la doctrina moral y exterior, compuesto por el venerable Gutierre González Doncel, presbítero, protonotario apostólico, fundador de la Santa Capilla en la iglesia de San Andrés de Jaén, Jaén, 1915.

LÓPEZ ARANDIA, María Amparo, Rinascimento y Reformatio. El proyecto de Gutierre González en Jaén. Jaén, 2007.

LÓPEZ ARANDIA, María Amparo, “Un tratado pedagógico en los albores del siglo XVI. El Libro de doctrina christiana, de Gutierre González”, en  Elucidario, 4, 2007, pp. 9-48.

MILHOU-ROUDIE, Anne, “Vocation et service: deux nouveaux concepts de l’education au XVIe siècle. (Étude sur le Libro de Doctrina cristiana juntamente con otro tratado de doctrina moral de Gutierre González, 1532)”, en AYMES, Jean-René, FELL, Eve Marie, GUEREÑA, Jean Louis (eds.), École et église en Espagne et en Amérique Latine –Aspects idéologiques et institutionnels-, Tours, 1988, pp. 349-360.