Juan de Arfe representa es la máxima figura de la platería del último tercio del siglo XVI, embutido dentro del espíritu humanista fue capaz de crear tipologías únicas, que fueron posteriormente recreadas hasta la saciedad.

Sus custodias procesionales, verdaderas arquitecturas en plata, rodeadas de esculturas y relieves, eran libros abiertos inspirados en la iglesia católica y en los postulados de Trento. A partir de sus ejemplares, los sucesivos estilos artísticos, desde el manierismo, pasando por el barroco y el rococó, hasta el neoclásico, copiarán sus edificios con forma de pirámide escalonada, con varios pisos, en los que irán cambiando los órdenes y los estilos siguiendo las normas arquitectónicas de cada época. La destreza demostrada en sus obras es sinónimo de un gran y profundo conocimiento de todos los órdenes de la arquitectura, un perfecto dominio de las proporciones y de la escultura, en plata y en bronce, cuyos máximos exponentes serán unas esculturas a tamaño natural, que realizará para la familia real y para el Duque de Lerma.

El origen de la familia Arfe se encuentra en una pequeña localidad alemana, llamada Erkelenz. El abuelo de Juan, Enrique, se cree que llega a España a finales del siglo XV y se establecerá en León, realizando viajes a Córdoba y Toledo, para realizar las custodias procesionales de ambas catedrales. Su padre, Antonio, nacerá y vivirá en la ciudad leonesa, donde se casará con María de Betanzos. Juan nació en León en 1535 y tomará su segundo apellido de su abuela materna, Catalina Villafañe. Muy joven se trasladó a Valladolid junto a su familia, donde su padre establecerá su taller y donde él aprenderá el oficio. Se casará en Valladolid con Ana María Martínez de Carrión en 1562, hija y nieta de plateros.

En el año 1579 se traslada a Sevilla para participar en el concurso convocado por la catedral hispalense para la construcción de su custodia procesional y residirá en una casa situada al lado del Colegio de San Miguel. Al que concurrirán sus contemporáneos, Francisco de Merino, Hernando de Ballesteros y Francisco de Alfaro. En esta ciudad vivirá durante ocho años, realizando la custodia y en constante contacto con un gremio de plateros, el sevillano, que en el siglo XVI se hallaba en un gran momento, en una sociedad muy abierta y cosmopolita, con una fuerte formación intelectual y con plateros tan destacados como Francisco de Alfaro o Francisco Merino. Será aquí donde editará su mayor obra, Varia Commensuración, así como también el manuscrito dedicado a la custodia sevillana.

El contrato de ejecución de esta custodia fue firmado el 25 de agosto de 1580 y se terminó para estrenarla en la procesión del Corpus de 1587. El programa iconográfico representa a la Iglesia como institución, a sus miembros terrestres y celestes, siendo presidida por la figura de Dios. A través de todas las figuras, que se reparten por el conjunto, se representan escenas de la Biblia, tanto del Nuevo como del Viejo Testamento.

No sólo destacará por su labor artística, sino también por su obra escrita: Quilatador de la plata, oro y piedras en 1572, De varia conmensuración para la esculptura y la arquitectura, del que publicará cuatro tomos en 1585 estando en Sevilla, y Descripción de la traça y ornato de la custodia de plata de la Sancta Iglesia de Sevilla de 1587. Su Quilatador es un libro dedicado a describir cuáles son los conocimientos que un platero debía tener tanto prácticos, como teóricos. Está dividido en tres libros, donde habla de aleaciones de metales, de contrastes, de piedras preciosas, de medidas. Por lo que se convirtió desde el primer momento, en un manual al uso para el oficio de platero y para los mercaderes de la plata. Mientras que De varia conmesuración representará un manual completo que abarcará varios campos artísticos, siendo el tratado de arte más veces editado y consultado desde el momento en que se publica hasta el siglo XIX. Y la última significará un documento indispensable para conocer la custodia de Sevilla, ya que no sólo expone en él el programa iconográfico que Francisco Pacheco idea para que Juan de Arfe lo transladara a la custodia, sino que además constituye un documento muy valioso para conocer cómo fue la obra en su nacimiento.

Autora: María del Amor Rodríguez Miranda

Bibliografía

ARFE Y VILLAFAÑE, J. de; Varia conmensuración para la esculptura y architectura. Dirección General del Libro y Bibliotecas, D. L., Sevilla, ed. De 1978.

ARFE Y VILLAFAÑE, J. de; Descripción de la traça y ornato de la custodia de plata de la Sancta Yglesia de Sevilla. Sevilla, 1587.

ARFE Y VILLAFAÑE, J. de; Quilatador de la plata, oro y piedras. Madrid, ed. De 1678.

SANZ SERRANO, M. J. (Coord.), Centenario de la muerte de Juan de Arte (1603-2003). Fundación El Monte, Sevilla, 2004.

SANZ SERRANO, M. J.: Juan de Arfe y Villafañe y la custodia de Sevilla. Diputación provincial de Sevilla, Sevilla, 1978.