Mercader y financiero genovés. (Génova, 1549-Gójar, Granada, 1609). Hijo de Pedro Veneroso y de Pereta Ferrari. Su familia pertenecía a la nobleza nueva genovesa –nobili novi– que se hizo con el poder en Génova a mediados del siglo XVI. Entre sus antepasados encontramos médicos y abogados. Los Veneroso se integraron en el albergho Lomelino, de ahí que aparezca en las décadas de los 60 y 70 con este apellido, con el que no tenía lazos de sangre. Fue fundamental en el comercio de la lana y el azúcar del reino de Granada. En 1563 llegó a Granada desde Génova con tan solo 14 años, acompañado de su hermano Francisco, así mismo mercader. Juntos actuaban como agentes de grandes mercaderes y banqueros internacionales genoveses, cobrando, en su nombre, juros de los cabildos y administraciones, y adquiriendo grandes cantidades de lana, por pago adelantado, lo que era una forma de préstamo encubierto, y por las que cobraban comisiones. En algunos momentos los Veneroso, como otros mercaderes genoveses prestaban dinero a grandes nobles a cambio de controlar las rentas de sus estados o bien sobre hipotecas sobre los mismos.  En 1567 lo encontramos ya comprando lana, junto con su hermano, en la ciudad de Huéscar, principal centro lanero del reino de Granada y de buena parte del sureste castellano. En 1575 compraron el lavadero del Batán en Huéscar, primero de un proceso que culminará con el control total de los lavaderos de Huéscar por parte de Veneroso al comprar a finales del siglo XVI el lavadero de don Daniel Quarteroni. Esto le hizo ser inmensamente rico y poderoso pues cobraba comisiones –generalmente a otros mercaderes genoveses– por cada arroba de lana lavada en sus lavaderos, en un momento que Huéscar lavaba gran parte de la lana que se exportaba a Italia desde la Península. En 1576 se avecina, junto con su hermano, en Huéscar. En 1582 forma una rica compañía comercial con éste que durará hasta la muerte de este último en 1585. En 1582 contraerá matrimonio –con una dote de 11.200 ducados– con doña Juana Messía de Alarcón, hija del veinticuatro granadino y caballero de Santiago don Alonso Messía de Alarcón y de doña Francisca Arias de Mansilla Pérez de Herrasti. En 1585 año compra un oficio de veinticuatro de Granada, lo que le permitía actuar políticamente en el cabildo municipal granadino; estará en este cargo hasta 1604, en que lo venderá a Hernando de Belmonte Calderón. En 1589 diversifica sus intereses comerciales adquiriendo el ingenio de azúcar “Los Imbreas” de Motril. Tenemos noticias de barcos fletados por Veneroso con destino al puerto toscano de Livorno. En 1599 estaba preso en su casa al ser condenado a pagar 10 millones de maravedíes por cierto pleito. De el se llegó a decir que era el individuo con más pleitos en la Chancilleria de Granada. En 1604, pese a lo anterior, y a la oposición de un buen sector de la administración, adquiere por 80.000 ducados el oficio de alguacil mayor de la Chancillería de Granada, lo que le daba poder de nombrar ciertos cargos en este tribunal de justicia. En los últimos años de su vida se dedica frenéticamente a adquirir casas y tierras, especialmente de bienes de moriscos. En 1609 fallecerá en Gójar, seguramente en la casa de su sobrino favorito Pedro Veneroso y de doña Melchora de Bocanegra, su mujer. En su testamento fundará dos mayorazgos y varios patronatos y capellanías. El primer mayorazgo a favor de su sobrino Juan Pedro Veneroso, hijo de Francisco y otro a favor de Pedro Veneroso, hijo de su hermano Juan. El primero rentaba 14.000 ducados de renta anual con los cortijos de Quelima (Ventas de Huelma), Ácula, Noniles, Lorenzo y Juan de Aranda y Almarcha (ver mapa), tierras en la vega de Granada y en la ciudad y el oficio de alguacil mayor de la Chancillería de Granada. El segundo contaba con los cuatro lavaderos de lana de Huéscar, y ocho cortijos en Iznalloz y Baza. Ambos mayorazgos llamaban a la Compañía de Jesús y a su Colegio de San Pablo de Granada como heredera en el caso de la extinción de su familia, cosa que finalmente terminó ocurriendo, al mismo tiempo que se fundaba el Colegio Mayor de San Bartolomé. Este hecho fue fundamental para los Jesuitas, pues en el siglo XVIII las rentas de los bienes de Veneroso suponían un alto porcentaje de los ingresos del Colegio de San Pablo. Además de la citada clausula de los mayorazgos, Veneroso donó a través de uno de los patronatos 21.000 ducados al Colegio jesuita de San Pablo para fundar en la capilla mayor de su iglesia su capilla de enterramiento, anexa a su palacio, hoy Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago. Otro dotaba de 2000 ducados de renta anual al Hospital de San Juan de Dios para curar a 8 personas a perpetuidad. La capellanía la fundó en el convento de San Agustín de Granada. Fue definido por el cronista Francisco Henríquez de Jorquera como “uno de los hombres más poderosos que ha tenido esta ciudad [de Granada].

Autor: Rafael M. Girón Pascual

Bibliografía

OSORIO PÉREZ, María José, Historia del Real Colegio de San Bartolomé y Santiago, Granada, Universidad de Granada, 1987.

ANDÚJAR CASTILLO, Francisco, “Huéscar en el Siglo de Oro. Los mercaderes genoveses” en DÍAZ LÓPEZ, Julián Pablo (ed.), Campesinos, nobles y mercaderes. Huéscar y el Reino de Granada en los siglos XVI y XVII, Granada, Ayuntamiento de Huéscar, 2005, pp. 17-33.

GIRÓN PASCUAL, Rafael M., Las Indias de Génova.Mercaderes genoveses en el reino de Granada durante la Edad Moderna, Tesis doctoral digital, Granada, Universidad de Granada, 2013.

GÓMEZ GONZÁLEZ, Inés, La justicia en almoneda: la venta de oficios en la Chancillería de Granada (1505-1834), Granada, Comares, 2000.