Según Juan de Arfe, Juan Ruiz el Vandalino fue el primero en tornear la plata en Andalucía. Una afirmación que la historiografía ha puesto en valor al determinar con ella que fue el primer platero renacentista andaluz. Nacido posiblemente en Córdoba, su formación pudo estar vinculada con el maestro Enrique de Arfe cuando éste estaba labrando la custodia de la mezquita-catedral entre los años 1514 y 1518. Tras este periodo formativo, al igual que otros muchos artistas ávidos por prosperar, se traslada a Sevilla, donde lo encontramos avecindado en 1528, momento en que sale de la ciudad para viajar a Cuenca llamado por Francisco Becerril, para colaborar en la labra de la custodia de la catedral, desaparecida durante la guerra dela Independencia, y en la de la parroquia de Villaescusa de Haro, que había contratado. Dos años después estaba de vuelta en Sevilla.

En diciembre de 1535 concierta la que sería su gran creación, la custodia de la catedral de Jaén, destruida en 1936 y de la que se conservan varias fotografías que nos permiten hacernos una idea  de la calidad artística del orfebre y evidenciar el modelo de custodia de asiento que gestó en su taller y pudo difundir en estos años en Andalucía. La pieza medía dos varas y media (algo más de dos metros de altura) y pesaba unos cuatrocientos marcos de plata (unos noventa y dos kilos). Para realizarla, Juan Ruiz se trasladó a Jaén, donde estableció su taller hasta 1540, año en el que entregó esta monumental torre argéntea.

Por las similitudes que presenta, aunque de un tamaño menor, se le ha atribuido  la custodia de asiento de la parroquia de Fuente Obejuna (Córdoba), una obra que se debió ejecutar entre los años 1540 y 1550. No obstante, el marcaje que presenta la vincula a la ciudad de Córdoba, donde pudo ser tasada por el marcador Pedro Fernández. Igualmente, atribuida está la custodia de la catedral de Santo Domingo en la República Dominicana, ejecutada en Sevilla entre los años 1540 y 1542, sin que hasta el momento se haya certificado la autoría del Vandalino. Entre 1545 y 1547, trabaja al servicio del duque de Arcos, para quien realiza piezas destinadas al ajuar doméstico, como eran unos juegos de aparador y de tocador, unas botonaduras y una silla de montar para la duquesa.

A partir de octubre de 1546, se ocupará también de la cruz procesional o cruz rica de la iglesia parroquial de la Candelaria de Zafra, obra que estaría terminada el 23 de febrero de 1550. Además, en estos años debió realizar el píxide conservado en Jerez de los Caballeros que presenta su punzón de autoría, única obra marcada atribuida al platero. Estuvo casado con Cecilia Núñez durante unos veinticinco años, y de ese matrimonio nacieron tres hijos: Melchor, Ginesa y Juan. Asimismo tenía dos hermanos: Francisco Ruiz, platero, y Diego Hernández, clérigo. La muerte le llegó en 1550 y será su hermano Francisco quien herede el taller y sus herramientas. Desgraciadamente, y pesar de ser considerado el iniciador de la platería renacentista en el sur hispano, en la actualidad toda la obra documentada ha desaparecido, siendo las aludidas piezas atribuidas el único posible testimonio de su creatividad.

Autor: Antonio Joaquín Santos Márquez

Bibliografía

CRUZ, J.M.: Cinco siglos de platería sevillana, Sevilla, 1992.

MORENO CUADRO, Fernando: Platería cordobesa. Córdoba, 2006.

RUIZ CALVETE, M.: “Juan Ruiz «el Vandalino» nuevas aportaciones documentales sobre la destruida custodia del Corpus Christi de la catedral de Jaén”, Estudios de Platería, San Eloy 2009, Muria, 2009, pp.  673-692

SANTAMARINA “Platería civil andaluza: Juan Ruiz «el Vandalillo». Aproximación documental a su vida y a su obra”, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, nº 75, 1992, pp. 295-320.

SANZ, María Jesús: Juan Ruiz “El Vandalino”: documentos sobre su vida y su obra”, Laboratorio de Arte, nº 29, 2017, p. 121-154.