La reliquia de la Santa Faz, conocida en Jaén, como Santo Rostro, es sin duda, la principal entre las conservadas en la diócesis de Jaén. Sus orígenes se remontan a la Edad Media, en pleno contexto de la guerra contra el reino de Granada, cuando el de Jaén era el reino fronterizo por excelencia, lo que la convirtió en una verdadera arma para la reafirmación de la cristiandad.
No existe certeza plena que cerciore la datación del Santo Rostro en Jaén, aunque su presencia en la diócesis fue vinculada por los relatos reproducidos desde el siglo XVI a los tiempos del obispo don Nicolás de Biedma (1368-1378 / 1381-1383).
Un estudio pormenorizado de la reliquia parece cerciorar este posible origen en el siglo XIV, a tenor de sus características góticas. La imagen, siguiendo el esquema de los iconos bizantinos, aparece representada sobre lienzo, quedando dispuesta, al mismo tiempo, sobre una tabla. En ella se reproduce un rostro en sombra, con cabello y barba puntiagudos, enmarcada por un fondo dorado. La representación sigue, de este modo, por tanto, el típico esquema del Mandylion, al igual que se advierte en otras reliquias similares de la Santa Faz, como las custodiadas en Roma o Génova. Por otra parte, algunos de los elementos que acompañan la imagen, caso de unas flores punzadas sobre el fondo dorado, han llevado a Heinrich Pfeiffer a plantear como posible procedencia, la de la escuela de Siena del siglo XIV.
La custodia del Santo Rostro en la catedral de Jaén convirtió pronto al templo catedralicio en un foco de atracción para numerosos fieles y peregrinos, especialmente en días como el 15 de agosto, cuando la reliquia era mostrada públicamente desde la catedral. El atractivo popular, de hecho, ocasionó que en el siglo XVI se fundara una cofradía en su honor, tras la obtención de una bula al efecto en 1529 por el obispo Esteban Gabriel Merino (1523-1535). Los cofrades aportaban, en su ingreso, un real de plata, el cual era reinvertido en las obras de construcción de la catedral. A cambio, obtenían gracias e indulgencias similares a las alcanzadas en Roma con la visita a las basílicas de san Juan de Letrán y el Espíritu Santo.
La influencia de la reliquia llegó a ser tal, que en la Edad Moderna llegó a producirse una verdadera simbiosis entre esta y la diócesis de Jaén, generando, especialmente en el siglo XVII, numerosos escritos que pretendieron justificar su existencia, intentando rastrear su origen y justificar su veracidad. Los mismos cobraron un gran auge durante el episcopado de don Baltasar de Moscoso y Sandoval (1619-1646), coincidiendo con los hallazgos de las reliquias de santa Potenciana en Villanueva de Andújar o las reliquias de los mártires de Arjona. Autores como Antonio Rus Puerta, Martín Ximena Jurado o de forma específica Juan Pardo de Villegas y Juan Acuña del Adarve atendieron a dicha cuestión, intentando demostrar que el Santo Rostro era una imagen “no manufacta”.
La segunda mitad del siglo XVIII se caracterizó por la aparición de algunos trabajos críticos, como los de Vicente Rodríguez de Medrano –el cual no se llegó a imprimir- y el deán José Martínez de Mazas –cuya obra tampoco contó con el apoyo del cabildo eclesiástico-, quien en un intento por analizar la veracidad de las reliquias, entre las que se encontraba el Santo Rostro, por primera vez, con una conciencia crítica, introdujo, al hablar de su existencia, el concepto de copia. Con todo, la reliquia del Santo Rostro siguió marcando la religiosidad popular de Jaén.
Autora: María Amparo López Arandia
Bibliografía
ACUÑA DEL ADARVE, Juan, Discursos de las effigies y verdaderos retratos non manufactos del Santo Rostro, y cuerpo de Christo Nuestro Señor, desde el principio del mundo. Y que la Santa Veronica, que se guarda en la Santa Iglesia de Iaen, es vna del duplicado, o triplicado, que Christo Nuestro Señor dio a la Bienaventurada mujer Veronica, Casas de Juan Furgolla de la Cuesta, 1637.
GALERA ANDREU, Pedro Antonio, “La Verónica, “reliquia” objeto de peregrinación en España”, en VI Congreso Español de Historia del Arte C.E.H.A. Los Caminos y el Arte, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 1989, vol. II, p. 36.
PFEIFFER, Heinrich, “Las reliquias del Rostro de Cristo”, en Memoria Ecclesiae, XXXVI, 2011, pp. 29-35.
MARTÍNEZ ROJAS, Francisco Juan, “Santo Rostro”, en SERRANO ESTRELLA, Felipe (ed.), Cien obras maestras de la catedral de Jaén, Jaén, Universidad de Jaén-Cabildo Catedral de Jaén, 2012, p. 14.
MARTÍNEZ DE MAZAS, José, Memorial al Yllmo. y mui venerable estado eclesiástico de el Obispado de Jaén sobre el indebido culto que se da a muchos santos no canonizados, o que no le pertenecen por otro título que el de los falsos chronicones. Jaén, Diputación Provincial, 2001.
VINCENT-CASSY, Cecile, “L’inventaire des empreintes sacrées. Le discours de Juan Acuña del Adarve sur les saintes faces (Jaén, 1637)”, en TAUSIET, M. y TROPÉ, H. (eds): Folclore y leyendas en la Península Ibérica. En torno a la obra de François Felpech, Madrid, CSIC, 2014, pp. 81-98.