Gutierre González Doncel (-h.1527) o Gutierre González de Baeza, como también aparece en la documentación, fue un clérigo natural de la diócesis de Jaén, que destacó como integrante de la denominada Roma española en las primeras décadas del siglo XVI.

Tras una niñez y juventud de la que apenas se conocen noticias, más allá de que tuvo dos hermanas, llamadas Inés y Urraca, recibió la tonsura clerical en Roma, en 1489, de manos de Diego Meléndez Valdés. Poco después, González debió de regresar a su diócesis de origen, donde comenzó a desempeñar diversas actividades en la sede del obispado. En 1497 ocupaba el priorazgo de san Pedro y poco después el de la iglesia de san Andrés. Igualmente, pasó a formar parte de la Universidad de Curas Párrocos, institución que agrupaba a los párrocos de la ciudad de Jaén. En dicha institución tuvo una activa participación, como lo denota su nombramiento, el 17 de noviembre de 1499, como diputado, para un período de tres años. Paralelamente, acudía al estudio del bachiller de gramática Diego de Aguayo.

A inicios del siglo XVI, en 1502, Gutierre González partió de nuevo hacia Roma, ciudad que no abandonaría ya hasta su fallecimiento. En la Ciudad Eterna, el clérigo jiennense experimentó un vertiginoso ascenso en el seno de la corte papal, en la que figura ya como familiar de Julio II (1503-1513) en 1505. En el transcurso de dicho pontificado obtuvo una paulatina y continua concesión de prebendas a su favor. Entre 1505 y 1512 llegó a disfrutar de once beneficios, la mayoría de ellos simples, radicados, principalmente, en su diócesis natal: en 1505 obtuvo dos beneficios simples en las parroquias de Santisteban del Puerto y en la de san Juan, de la ciudad de Jaén; en 1506 recibió otros dos, radicados en la parroquia jiennense de san Pedro, y en la iglesia de la villa de Sabiote; en 1507, consiguió el ya citado priorazgo de la iglesia de san Andrés, en Jaén; en 1509 obtuvo un beneficio en la iglesia de Almonte, en la diócesis de Sevilla; y en 1511, coincidiendo con el conciliábulo de Pisa y la pérdida de prebendas y beneficios de los implicados en él, recibió varios de los que hasta entonces disfrutaba Bernardino López de Carvajal, y que se localizaban en la diócesis de Jaén: el priorazgo de la villa de Villargordo, tres beneficios simples en Sabiote, la aldea de El Berrueco y en la iglesia de san Ildefonso. Junto a ellos, existe constancia de que disfrutó de otros beneficios radicados en las villas de Cazalilla y Marmolejo, en la diócesis de Jaén, y en El Cañaveral, en el obispado de Córdoba.

Su peso e influencia en la curia papal llegó a su cénit durante el pontificado de León X, cuando González Doncel formó parte de la nómina de prelados domésticos, dentro del grupo de los escuderos, desempeñando el oficio de scalchus secretus, responsable de la asistencia personal al pontífice y de presidir su mesa. Entre 1517 y 1518 tuvo lugar su nombramiento como notario apostólico.

Integrado totalmente en la vida de la curia papal y la ciudad de Roma, Gutierre González mantuvo un estrecho contacto con un amplio grupo de personajes residentes en la Ciudad Eterna: desde otros jienneses, como Juan Gutiérrez de Vilches o Juan Peláez de Berrio, a personajes de la talla de Agostino Grimaldi, miembro de la afamada saga de banqueros, o Luis Fernández de Córdoba, II duque de Sessa, yerno del Gran Capitán y embajador de Carlos V en Roma entre 1522 y 1526.

De todas sus amistades, destacó su relación con el florentino Alessandro Neroni (1457-1526), maestro di casa del palacio pontifico y comendador del hospital del santo Espíritu in Saxia. Junto a él, González Doncel promovió la fundación de una cofradía, en honor a la Concepción, en 1515, que habría de establecerse en la catedral de Jaén, con la finalidad de otorgar dotes a jóvenes casaderas necesitadas. Ante la oposición del cabildo eclesiástico y tras suspenderse momentáneamente el proyecto, Gutierre González lo retomó en solitario en 1517, trasladando su destino a la parroquia jiennense de san Andrés, ampliando, al mismo tiempo, los fines fundacionales de ella, para junto a la atención a doncellas, crear unas escuelas, donde se enseñaría la doctrina cristiana, y fomentando, igualmente, el culto divino. Para dicho centro educativo, Gutierre González remitió, desde Roma, una obra de su autoría, titulada Libro de doctrina christiana, la cual adquirió una enorme repercusión, especialmente en las Indias, donde fue utilizada y difundida por Vasco de Quiroga y fray Juan de Zumárraga.

El clérigo jiennense intentó hacer de su cofradía una reproducción de las nuevas congregaciones que se estaban reproduciendo con fuerza en tierras italianas desde inicios del Renacimiento, defendiendo una reforma en los usos y costumbres del clero y la difundiendo la práctica de la caridad, caso de las congregaciones del Divino Amor o la cofradía de la Annunziata, establecida en la iglesia romana de Santa Maria Minerva.

La cofradía de la Concepción, para la que se erigió una capilla a los pies del templo parroquial de san Andrés, en la que trabajaron destacados artistas como el maestro Bartolomé, y en la que se esparció tierra de las catacumbas romanas, y cuya visita reportaba numerosas indulgencias, pasó a ser conocida popularmente como Santa Capilla de San Andrés, convirtiéndose en una institución especialmente atractiva para las elites de la localidad.

Aunque desde la primera biografía de este clérigo, trazada por Bartolomé Ximénez Patón, se haya datado su muerte en los sucesos del saco de Roma, acaecidos el 6 de mayo de 1527, se tiene constancia de que anciano y enfermo, ingresado en el hospital de santa Marta, testó el 21 de mayo de dicho año. Las primeras referencias de su fallecimiento llegaron a Jaén en 1528.

Autora: María Amparo López Arandia

Bibliografía

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LÓPEZ ARANDIA, María Amparo, “Castellanos y curia romana a inicios del siglo XVI: Gutierre González”, Dimensioni e problemi della ricerca storica, 1, 2005, pp. 97-129.

LÓPEZ ARANDIA, María Amparo, Rinascimento y Reformatio. El proyecto de Gutierre González en Jaén, Jaén, Universidad de Jaén, 2007

LÓPEZ PÉREZ, Manuel, “Un pedagogo renacentista: D. Gutierre González Doncel”, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Segundo Seminario de Bio-Bibliografía Giennense “Manuel Caballero Venzalá”, 170, 1998, pp. 451-514.

RODRÍGUEZ DE GÁLVEZ, Ramón, Noticias para la vida del venerable siervo de Dios Gutierre González Doncel, fundador de la Santa Capilla de Jaén. Imp. T. Rubio y Campos, Jaén, 1893.

XIMÉNEZ PATÓN, Bartolomé, “De Gutierrez Gonçalez Donzel, y la memoria que dexó en la Iglesia de San Andres de esta ciudad de Iaen”, en XIMÉNEZ PATÓN, Bartolomé, Historia de la antigua y continuada nobleza de la ciudad de Jaén, Imp. Pedro de la Cuesta, Jaén, 1628, fols. 79 r-89 r.