Siguiendo con la primera parte de este post, el neologismo Tecnoburbio define una nueva estructura urbana relacionando tres factores específicos: la vivienda, el empleo y la movilización. La articulación entre vivienda y empleo es el eje que permite que se descentralice la ciudad, y la movilidad hace posible esta articulación por medio de una malla vial definida y sistemas de transporte eficientes.
El municipio de Mosquera, cerca de Bogotá, fue seleccionado para su estudio en base a este concepto de Tecnoburbio, ya que en la actualidad está realizando inversiones para el mejoramiento y prolongación de la malla vial existente evidente en su plan básico de ordenamiento territorial (PBOT) y plan de desarrollo, articulando las áreas de comercio e industria generadoras de empleo para la zona. Sin embargo, no es clara una intención en los planes del municipio para articular estos factores con la vivienda, presentándose como una planificación aislada dirigida al desarrollo de vivienda para niveles socioeconómicos altos.
El movimiento característico del Tecnoburbio es multidireccional. Establece relaciones en diferentes direcciones sin jerarquizar un centro, por lo que se basa en la relación entre la ubicación de viviendas y lugares de trabajo, evitando la concentración de funciones y permitiendo por tanto el establecimiento de diversos núcleos dispersos. En este sentido, los planes urbanos de Mosquera proponen líneas de trabajo enfocadas al desarrollo de sistemas que independizan el centro urbano, fortaleciendo el sector industrial y mejorando la conectividad con la capital para el manejo de mercancías.
La estructura del Tecnoburbio se caracteriza por las superautopistas y el uso del automóvil, siguiendo el ejemplo de la ciudad de Los Angeles, en la cual la importancia del vehículo privado generó la necesidad de desarrollar estrategias para el sistema de movilización de soporte. Sigue un ideal de ciudad basado en unidades de vivienda unifamiliar aislada, lejanas a la congestión del centro de la ciudad.
Para el caso de Mosquera, tomando como referencia la encuesta de movilidad de 2011 -para Bogotá y municipios de la Sabana- se estableció que la preferencia de movilización de la población es por medios no motorizados para viajes de más de quince minutos, donde la predilección es el modo a pie, seguido por la bicicleta. Este dato refleja la distribución de los usos en el municipio que hacen posible que la población se traslade a pie y de forma multidireccional, al no existir núcleos especializados.
Sin embargo, ante estos resultados no es clara la intención por parte del municipio de desarrollar planes de movilidad o viales que permitan mejorar las condiciones para los transeúntes o ciclistas, ni tampoco que permitan establecer conexiones especificas entre los puntos de industria y comercio con los espacios destinados para vivienda.
El Tecnoburbio, según palabras de Fishman, es una ciudad en construcción, caracterizada por la descentralización de los grandes centros. En el caso de estudio, Mosquera tiene tendencia a esta estructura urbana, aun cuando el vehículo privado no sea el modo de transporte preferido, el sistema no motorizado puede ser la estrategia que de lugar a una descentralización a partir de viviendas unifamiliares aisladas articuladas con las zonas de empleo, evitando que entren en conflicto los planes de desarrollo con un sistema vial congestionado.
Silvia Karina González
Arquitecta egresada con concentración en Paisajismo y Urbanismo por la Universidad de Monterrey en México. Aspirante al título de Magister en Arquitectura en la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia.
Jessica L. Pinzón M.
Arquitecta egresada por la Universidad Piloto de Bogotá, Colombia. Aspirante al título de Magister en Arquitectura en la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia.