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El proceso de reconversión de los faros en Italia: el proyecto “Valore Paese – Fari”

Federico Camerin 8 junio, 2016

En general, los faros son edificios fascinantes, sea por su ubicación, invariablemente aislada y de difícil acceso, sea por la esperanza que durante milenios han traído a los navegantes que los veían, o sea por las estructuras en sí mismas. Además de toda la nostálgica mitología alrededor de la profesión del farero (que hoy en día prácticamente ha desaparecido), estos edificios icónicos, llamados también “centinelas del mar”, suelen estar impregnados de historia, de curiosidades y de alrededores que muchas veces vale la pena visitar, aunque las torres luminosas perdieron gran parte de su importancia histórica con la llegada de los sistemas de navegación por satélite, como el GPS, y el resultado ha sido el abandono de muchas de estas estructuras en todo el mundo.

Como es práctica habitual ya en Estados Unidos, Canadá, Australia y en la mayoría de los países europeos, recientemente también en Italia se ha puesto en marcha un proyecto basado sobre el concepto del lighthouse accomodation, que consiste en la recuperación de estos inmuebles como elemento dinamizador del turismo y de la cultura, haciendo compatible su utilidad técnica con el aprovechamiento social.

En Italia, el Agenzia del Demanio [1], junto con el Ministerio de Defensa y las Autoridades locales involucradas, han planteado a partir de 2015 la reconversión de 11 de los 160 faros  pertenecientes al dominio público, con un proyecto llamado “Valore Paese Fari”.

En síntesis, el proyecto italiano pretende, entre otras cosas, mejorar la oferta promocional y turística de las costas italianas, ofreciendo una nueva y singular forma de conocerla a través de faros que se localizan en territorios con alto valor natural y paisajístico. Esta oferta turística irá dirigida a una demanda de turismo de calidad, no masificado y respetuoso con el medio ambiente, potenciando las actividades lúdicas, culturales y turísticas en los mismos, para incentivar y consolidar la inversión privada en el desarrollo turístico del área de influencia de los faros, respetando la sostenibilidad y compaginando los nuevos usos con su tradicional función, ya que muchas de estas construcciones están en parajes naturales y protegidos. En particular, el proceso para la implementación de esta iniciativa se está desarrollando en diferentes etapas.

La primera fase consistió en la identificación de unos primeros faros que reúnen las mejores condiciones técnicas para adherirse a este programa nacional entre finales de 2014 y principios de 2015. Por medio de consultas institucionales entre las administraciones estatales propietarias (Agencia del Dominio y Ministerio de Defensa) de los faros y las autoridades locales donde los activos se localizan, se han individualizado 11 estructuras, 7 de propiedad de la Agencia del Dominio Público y 4 del Ministerio de Defensa (en el mapa se puede encontrar la denominación de los faros, la localización, el año de construcción y el tamaño del área).

Localización de los faros incluidos en el proyecto "Valore Paese Fari"

Localización de los faros incluidos en el proyecto «Valore Paese Fari»

A continuación se ha llevado a cabo una actividad de consulta pública en línea en el sitio web del Agenzia del Demanio del 10 de junio al 10 agosto de 2015. Esta tenía como objetivo informar sobre la iniciativa, verificar el interés de cualquier sujeto interesado (ciudadanos, asociaciones, operadores inmobiliarios, empresarios y administraciones públicas) y recoger sugerencias y propuestas concretas sobre el futuro de los faros.

Para consolidar el proceso participativo iniciado con la consulta pública (además de haber promovido la difusión del proyecto Valore Paese Fari a través de los medios de comunicación, en periódicos y televisión), se han organizado días para la apertura de los faros al público (llamados “#OpenLighthouseDays”), con el apoyo de asociaciones como el WWF Italia y el Touring Club Italiano, llevando a un gran interés y una gran participación para descubrir estos edificios abandonados. Como resultado se han recibido 1040 solicitudes de información. Por lo que merece a la nueva destinación de uso de los faros, el 87% de los sujetos han proporcionado el fomento de la oferta de alojamiento turístico, la dinamización del sector empresarial hostelero y gastronómico y la creación de oficinas de información, manteniendo las características típicas de las diversas estructuras de acuerdo con el desarrollo del contexto ambiental en el que se inserta cada faro. También éstas deberán complementarse con otras actividades y servicios recreativos, sociales, culturales, deportivos, de promoción de los productos locales y de descubrimiento del territorio, en función de cada contexto local [2].

Seguidamente se ha publicado un anuncio de concurso para la presentación de planes y proyectos (del 12 de octubre de 2015 al 12 de enero de 2016) para la reconversión de los 11 faros, cuyo plazo de concesión será de 50 años. Esta convocatoria ha suscitado el interés entre 39 inversores, tanto nacionales como internacionales. Al momento (finales de mayo de 2016), las propuestas están pendientes de la evaluación por las comisiones de la Agencia del Dominio y del Ministerio de Defensa. El criterio elegido para la selección de la oferta económicamente más ventajosa considera las propuestas de proyectos a través de los factores cualitativos (que valen un 60%) y la oferta económica por medio de elementos de naturaleza cuantitativa (40%).

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De izquierda a derecha, de arriba abajo: Faro di Brucoli, Augusta; Faro di Capo Grosso; Faro di San Domino alle Isole Tremiti; Faro di Murro di Porco, Siracusa; Faro di Punta Imperatore, Forio d’Ischia

En general, la implementación del proyecto Valore Paese Fari deberá enfocarse en potenciar a través de la reconversión de los faros la tradición y la cultura de los pueblos ligados al mar. Además, la reutilización de estas estructuras debería ser entendida como motor de desarrollo de los destinos e itinerarios emergentes, y de fomento de aquellos ya consolidados, así como servir de complemento y refuerzo de las modalidades turísticas más tradicionales de los destinos urbanos y de sol y playa, y reducir la estacionalidad de las estructuras receptivas, que puede llegar a ser muy elevada en los destinos más aislados y más dependientes de la climatología.

En esta línea, los adjudicatarios de los concursos deberán ser muy respetuosos con el medio ambiente, ya que se trata de zonas con niveles de protección muy elevados, aunque desde la Agencia del Dominio y el Ministerio de Defensa se destaca el abandono y el fuerte deterioro que sufren actualmente estos lugares. También cabe resaltar la necesidad de la puesta en marcha de varias iniciativas, con el mismo denominador común de facilitar a cualquier persona información sobre lugares de interés próximos, así como el abanico de actividades que es posible realizar (excursiones hacia miradores, actividades deportivas en contacto con la naturaleza, etc.), transmitiendo en todo momento un riguroso compromiso por el cuidado y respeto al medio ambiente.

En el ámbito de una reflexión urbanística, cuando se implementen los proyectos de reconversión de los faros, se deberán averiguar dos tipologías de situaciones. En primer lugar, que este modo de recuperación del patrimonio farero podría trasladar a las zonas costeras no urbanas la lógica del turismo urbano: cabría esperar que los faros se conviertan en destino turístico de urbanitas que trasladen a estos espacios sus modos urbanos de consumo turístico: aparcamientos, pavimentación, servicios hoteleros y de restauración típicamente urbanos, etc., haciendo que el área de influencia de los faros se convierta en un pequeño apéndice fuertemente urbanizado, modificando el paisaje. En segundo lugar, si el método del proyecto Valore Paese Fari que se está aplicando podrá llevar a cabo la lógica de la tematización en el contexto del proceso de globalización económica y cultural y su influencia en la configuración del espacio, convirtiendo los faros en pequeños parques temáticos, disneyficados, en un sentido similar a como se han transformado los centros históricos de nuestras ciudades.

En conclusión, cabe preguntarse si los faros reconvertidos serán espacios que serán definidos por la identidad y por las relaciones que establecen sus habitantes, o, por el contrario, si la implementación de la lógica del turismo urbano y la disneyficación conllevará la ausencia de memoria y el desplazamiento de un modelo de relaciones sociales, creando un sedimento generado por los ciudadanos, todos ellos consumidores, pero no residentes.

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De izquierda a derecha, de arriba abajo: Faro Formiche di Grosseto, Isola Formica Grande; Faro di Capel Rosso, Isola del Giglio; Punta del Fenaio, Isola del Giglio; Faro di Capo Rizzuto, Isola di Capo Rizzuto; Faro di Capo d’Orso, Maiori


[1] Agencia del Dominio Público, que desde 1999 se ocupa de la gestión eficaz y eficiente del patrimonio público inmobiliario italiano.

[2] Para otras informaciones, se remite al informe de la consulta pública, http://www.agenziademanio.it/export/download/demanio/sala_stampa/Report-Consultazione-FARI.pdf

 

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About The Author

Federico Camerin

Urbanista. Graduado entre las universidades IUAV de Venecia y UAB Autònoma de Barcelona (2014). Becario de investigación por el Departamento de Design and Planning in Complex Environment de la universidad IUAV de Venecia (2014-2015). Autor de artículos y reseñas, ha impartido seminarios de recerca y ha participado a workhops y conferencias nacionales y internacionales

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