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Vivienda en laderas. Una política urbana/pública en la periferia de Lima (parte 2)

Pablo Muñoz y Luis Rodríguez 28 abril, 2015

Geografía y tejidos urbanos en las laderas de Lima

Lima se asienta sobre los valles de los ríos Rímac, Lurín y Chillón, entre la costa del Océano Pacífico y las estribaciones andinas. Debido al cambio abrupto de la pendiente, gran parte de la ciudad, especialmente de los barrios de la periferia, se asienta sobre terrenos en ladera. Como se ha descrito en el artículo anterior, esta parte de Lima (que alberga aproximadamente al 30% de su población) carece actualmente de propuestas o referentes de ocupación. Para ello, lo primero que realiza el presente estudio es analizar cuáles son los sectores que componen estos asentamientos en laderas [1].

Estrategias Vivienda Resumen

Figura 1. Sectores y estrategias de intervención en función de la pendiente. (Fuente: Elaboración propia)

La mayoría de los terrenos planos y semiplanos de la ciudad fueron ocupados hasta el año 1985, llegando, por lo general, hasta pendientes del 20% de inclinación. En este punto se establece una primera línea de quiebre que divide los asentamientos humanos, una franja de tierra al final de las zonas semiplanas, donde cambia la pendiente y en la que las primeras ocupaciones reservaron espacios libres para los futuros equipamientos y espacios públicos de la periferia de la ciudad.

A finales de los años ochenta comienzan a ocuparse zonas de ladera con pendientes cercanas al 35% de inclinación, siendo pocos los asentamientos que ocupan pendientes más pronunciadas. El Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano Lima y Callao 2035 (PLAM 2035) establece un límite para las zonas urbanas que se define, entre otros factores, a través de la franja de pendiente del 35% al 47%. Establece sin embargo que dicho límite debe ser estudiado detalladamente en cada caso, tomando en cuenta los análisis de riesgos y la posibilidad de llevar servicios básicos a cada zona. El presente estudio establece por tanto una segunda línea de quiebre en las zonas de 35% [2] de pendiente (zonas rojas en el plano superior), que separa las áreas con viviendas en zonas de riesgo (que tendrán que ser definidas en base a estudios posteriores) de las últimas ocupaciones.

Estrategias de intervención y sectores

Las dos líneas de quiebre que separan los tejidos urbanos se definen en relación directa a los procesos de ocupación y, por tanto, a la conformación social de los asentamientos. Éstas definen tres zonas diferenciadas: zonas planas y semiplanas (0-12% y 12%-20%), zonas en ladera moderada y habitable (20%-35%), y zonas en fuerte pendiente (>35%), requiriendo estas últimas de estudios más específicos para determinar la cantidad de personas viviendo en zonas de riesgo que requieren ser reubicadas. A partir de estos sectores, se definen estrategias de intervención que permitirían el desarrollo de la ciudad de la periferia en base a criterios de habitabilidad adecuados:

Zonas B y D: reubicación en zonas de quiebre. Las zonas de línea de quiebre presentan los últimos terrenos disponibles o áreas no habilitadas de la periferia de la ciudad. Requieren de un saneamiento físico-legal específico en cada caso, pero podrían albergar los nuevos proyectos de vivienda pública (en consonancia con nuevos equipamientos y espacios públicos) para la reubicación de población viviendo en zonas de riesgo.

Zona C: densificación de laderas moderadas. A través de pequeños emprendimientos inmobiliarios locales de lógica progresiva en zonas de baja consolidación en laderas y que deben servir de referente para un proceso de densificación.

Zona A: densificación de las zonas planas. A través de prototipos  que aprovechen lotizaciones masivas de parcelas similares y mediante autoconstrucción.  Estos prototipos deben apuntar a generar nuevos referentes que evidencien alternativas no exploradas aún en estas zonas de la ciudad, como la acumulación de lotes.

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Figura 2. Esquemas de crecimiento de la estrategia de densificación en zonas planas y semiplanas. (Fuente: Elaboración propia)

Prototipos de vivienda

En base a las estrategias definidas y el análisis de los procesos y procedimientos de ocupación, se desarrollan cuatro prototipos de vivienda, uno por cada una de las situaciones definidas y aplicados en dentro de las zonas de estudio:

  • Vivienda social multifamiliar de densidad media en la primera línea de quiebre: Huaycán (Distrito de Ate)
  • Densificación del tejido urbano en laderas: Mariscal Cáceres (San Juan de Lurigancho)
  • Prototipos de vivienda en zona plana a través de autoconstrucción: Collique (Comas)
  • Vivienda para reubicación de población actualmente en zonas de riesgo en línea de quiebre final: José Gálvez (Villa María del Triunfo).

El desarrollo real de estos prototipos podría implicar un cambio de enfoque en las políticas públicas de vivienda social, orientándolas hacia la ciudad periférica en laderas, donde reside el 30% de la población de Lima y gran parte de la población urbana del Perú. Por ello se lleva a cabo no sólo el diseño arquitectónico de los mismos, sino también el análisis de factibilidad legal, las corridas financieras, el análisis social de las actuales prácticas habitacionales y constructivas de la población que vive en estas zonas y una propuesta de gestión para cada caso.  Debería además tomarse en cuenta el proceso de formalización de los comerciantes ambulantes en Lima, los que hoy promueven, construyen y trabajan en la mayor parte de galerías comerciales de la ciudad, mostrando cómo el “capitalismo popular” tiene una gran fuerza que podría también aprovecharse en el sector habitacional.

Parte 2 - Foto 3

Figura 3. Axonometría esquemática de prototipo de vivienda “núcleo cruzado”. (Fuente: Elaboración propia)

Caso específico: Vivienda social en línea de quiebre. Huaycán (Distrito de Ate)

La línea de quiebre es una oportunidad para obtener suelo público a costo cero y, por tanto, desarrollar vivienda de bajo costo destinada a la reubicación de familias actualmente en las zonas de riesgo, cuya demanda de vivienda no está atendida por el mercado. El prototipo se plantea a través del subsidio del programa Techo Propio del Ministerio de Vivienda. Sin embargo, para que las familias no lleguen a endeudarse por demasiados años con una vivienda semilla, sería interesante revisar el sistema de subsidios: algunos países están implementando bonos por reubicación, bonos por área en riesgo, etc. Así, el subsidio está focalizado en la población que lo necesita. La corrida financiera elaborada muestra rangos de beneficio moderados para empresas constructoras, por lo que sería recomendable realizar un modelo con financiamiento público para convencer al sector privado.

Esta vivienda multifamiliar deberá contemplar, a través del análisis social, los actuales modos de vida, las dinámicas laborales y la organización social de estas familias para encontrar la manera de reconstruir el tejido social, contemplar dinámicas económicas y laborales actuales, y adaptar las estructuras dirigenciales y Juntas Vecinales a las nuevas comunidades de vecinos. Las viviendas son módulos semilla (sala-cocina, dos cuartos y núcleo de baño) de 48.5m2 implementados en altura (apartamentos), de modo que las familias pueden completarlas y ampliarlas a lo largo del tiempo (hasta 84.5m2) en base a sus necesidades. El proyecto considera además un primer nivel de usos comerciales o comunales que, dada la ubicación en la zona de quiebre, aprovecharía su emplazamiento central y permitiría cubrir parte de los costos de la vivienda más económica, una suerte de subsidio interno.

Algunas de estas características son compartidas por los otros prototipos.

Conclusión

El estudio reseñado busca promover un cambio en la política de vivienda social, reducida por el Estado a un problema de financiamiento que no está funcionando.  En contraposición, se plantea un análisis de las áreas en cuestión y una propuesta urbana que aborde el problema de los tejidos residenciales, creando un modelo de ocupación para las áreas de pendiente. Esto permitirá generar prototipos específicos para los tipos de pendiente y suelo de las áreas a intervenir. Estos prototipos deben superar las lógicas de la vivienda repetitiva y de uso único, y las de lote con servicios, recurrentes en los últimos años, recogiendo la experiencia de los propios pobladores y las del Estado, llevadas a cabo en proyectos importantes que son referentes a nivel internacional para el urbanismo y la vivienda progresiva, como Villa El Salvador, Huaycán, PREVI o Próceres.

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[1] Estudio y propuesta  realizada por Sergio Gálvez, Pablo Muñoz y Luis Rodríguez en el marco del Programa Barrio Mío y que forma parte del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano Lima y Callao 2035 de la Municipalidad Metropolitana de Lima.

[2] Se toma 35% como límite referencial ya que, se insiste, en algunos casos las ocupaciones admisibles podrían asentarse sobre pendientes mayores.

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About The Author

Pablo Muñoz y Luis Rodríguez

Luis Rodríguez Rivero, arquitecto y urbanista por la UNI en Lima Perú. Coordinador de los Proyectos Urbano Integrales y el Proyecto Piloto de Vivienda en Barrio Mío, MML. Docente de la FAU- PUCP. Su trabajo en ensayos y proyectos urbanos y arquitectónicos gira alrededor de problemas como la exclusión, pobreza, violencia y memoria. Pablo Muñoz Unceta, arquitecto por la UPM en Madrid, España. Vive en Lima desde 2011 y ha colaborado en diversos proyectos e investigaciones en los barrios de la periferia de la ciudad, entre los que destacan los Proyectos Urbanos Integrales del programa Barrio Mío y el equipo de vivienda del plan metropolitano de desarrollo urbano Lima y Callao 2035 (MML).

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