El pasado miércoles 2 de abril, URBSenacción organizó su pimer debate virtual en Twitter, bajo el título «El nuevo urbanismo y la participación ciudadana». El punto de partida fueron un conjunto de post publicados en blogURBS sobre cuestiones relacionadas con la participación ciudadana en el diseño urbano, considerada como un nuevo modelo de urbanismo, alternativo a la tecnocracia político-técnica, y más próximo a conceptos de autogestión, planificación desde abajo, empoderamiento, urbanismo low-cost, etc.
Desde las 10:00h, y durante cerca de 12 horas se lanzaron más de 500 tweets sobre el tema. «Participación» es una de las palabras de moda, como en su momento lo fue «ecológico». Corre por ello el riesgo de convertirse en un cajón de sastre que recoja múltiples iniciativas que poco tengan que ver. Preguntar no es participar, por ejemplo; y sin embargo, a menudo se presentan meros cuestionarios como procesos participativos. No sólo debe ser un traslado de preferencias o una elección, sino que todo debe surgir de nosotros, de nuestra propia necesidad. Una vez detectada, debemos encontrar un método que haga real y representativa la participación, garantizando su legitimidad y huyendo de la tecnocracia y el muestreo común. No sirven las mayorías/minorías, hay que controlar los lobbies y crear un proceso inclusivo que dé voz a todos los agentes implicados.
Las pequeñas intervenciones vecinales comienzan a transformar parte de la ciudad y es necesario trasladarlas a proyectos de mayor extensión. El cambio de escala es uno de los grandes interrogantes que surgieron durante el debate. Pero quizás, antes de pensar en cómo convertir las iniciativas vecinales en proyectos a gran escala, debemos reflexionar acerca de qué es lo que nos proponemos con ellas.
En todo caso, es hora de coger las riendas de nuestra vida y promover procesos participativos con los que hacer realidad nuestros sueños urbanos.
Publicamos hoy el Storify que resume #D_participación, junto a un resumen estadístico del debate.
ieron durante el debate. Pero quizás, antes de pensar en cómo convertir las iniciativas vecinales en proyectos a gran escala, debemos reflexionar acerca de qué es lo que nos proponemos con ellas.