La biografía de Mateo Pérez de Alesio guarda tantas expectativas e incertidumbres como el propio ambiente manierista en el que desarrolla su obra. Si bien para cierta parte de la historiografía era natural de Alezio -en la Puglia italiana-, según su propio testimonio como romano pintor, Pérez de Alesio debió de nacer en 1547 en Roma, ciudad donde se forma como pintor y escultor  en el taller de Federico Zuccari y donde se tiene constancia de su pronta actividad  y su ingreso en la Academia de San Lucas en 1573. De carácter dispuesto, por esas mismas fechas ya debía haber entrado en el efervescente círculo de Miguel Ángel, hecho que impregna toda su actividad artística y que se evidencia en su obra más importante en Roma: La disputa por el cuerpo de Moisés sobre la entrada de la Capilla Sixtina frente al Juicio Final del maestro florentino.

Tras una corta estancia en Malta, Pérez de Alesio llega a Sevilla en 1583 atraído por las posibilidades que las tierras americanas ofrecían a los artistas, al ser la capital hispalense puerto y puerta de América. Este itinerario de formación en Italia y la escala en el ambiente artístico e intelectual sevillano antes de partir a las tierras de ultramar, se manifiesta también en los pintores Bernardo Bitti y Angelino Medoro, exponentes de la escuela cuzqueña de pintura y figuras claves en la introducción del manierismo en el Virreinato del Perú.

Una vez en Sevilla Pérez de Alesio recibe por parte del Cabildo de la Catedral el encargo de una pintura que debía cubrir el gran espacio del muro junto a la puerta de San Miguel. La obra firmada en 1584, se confirma como una representación colosal de San Cristobal de casi diez metros de alto. De apariencia robusta, cercano a la desproporción pero sin rebasarla  y con un acertado en el dibujo,  las características del San Cristobal evidencian la monumentalidad escultórica en la pintura influencia de Miguel Ángel, del que había llevado consigo a la ciudad del Guadalquivir varios bocetos.

El otro contrato de importancia, -también de 1584-, que realiza en Sevilla es el encargo del coleccionista y mecenas Argote de Molina para su capilla funeraria en la iglesia de Santiago por el que Pérez de Alesio se comprometía a pintar un cuadro con el tema de Santiago en la batalla de Clavijo, considerado por la historiografía como el primer gran cuadro de altar de la pintura sevillana. Se trata de una obra definida por la composición y el movimiento y protagonizada por  un edulcorado Santiago a caballazo entre una composición abigarrada y abarrotada de musulmanes que  huyen y yacen bajo el apóstol. Pérez de Alesio intenta defender el juego de las perspectivas y el dinamismo que le permite captar el furor de la batalla que contrastan con el tratamiento dulzón y la mirada humana del caballo blanco, delatando la poca experiencia en la ejecución de animales.

Más plausible que el cuadrúpedo es la figura del soldado en el margen izquierdo al que podemos relacionarlo con el San Miguel de la Capilla Sixtina, en la que se insinúa una vez más la herencia de que Pérez de Alesio insinuando una vez más las herencias de su formación romana.

En 1589 el artista italiano pone rumbo hacia los territorios del Perú, donde se tiene constancia de su llegada a Lima en 1790 junto a su discípulo Pedro Pablo Morón. En la Ciudad de los Reyes entra en la corte del virrey García Hurtado de Mendoza de quien fue pintor de cámara y se mantiene activo hasta su muerte, la cual se baraja que debió ser en 1628 por el testimonio de algún contrato, aunque cierta parte de la historiografía la fecha en 1616.

Se sabe de su intensa producción en su estancia en Lima,- en la que hace una versión del San Cristobal sevillano para la Catedral peruana-, así como el éxito que su figura alcanza en la renovación de la pintura virreinal y la difusión del manierismo.

Autor: Iván Panduro Sáez

Bibliografía

VALDIVIESO, Enrique. Historia de la pintura sevillana. Sevilla: Guadalquivir, 1992.

GUTIERREZ, Ramón (coord.). Pintura escultura y artes útiles en Iberoamérica 1500-1825. Madrid: Cátedra, 1995.

MESA, José de; GISBERT, Teresa. El Manierismo en los Andes.  La Paz: Unión Latina, 2005

ALGARÍN GONZÁLEZ, Ignacio. “Nuevas visiones y aportaciones en la pintura la batalla de Clavijo, de la Iglesia de Santiago el Viejo de Sevilla”, en Laboratorio de Arte, 27, 2015, pp. 145-172.