Lorente representa el culmen de modernidad de la primera  generación de  pintores del  siglo XVIII en Sevilla junto a Domingo Martínez y Alonso Miguel de Tovar. La formación inicial de Lorente Germán tiene lugar en el taller paterno, que abandona pronto para ingresar en el taller de Cristóbal López, pintor de mediocre talento, cuyas obras siguen fielmente el arte de Murillo. En ambos talleres adquirió una sólida base técnica, así como aparejos compositivos derivados del mundo del grabado, del que llegó a poseer una excelente colección.

Su actividad pictórica debió iniciarse en torno a 1700. En algunos documentos de inicios del XVIII figura como “pintor de imaginería”, aunque en un contrato cercano a 1720 se le cita como maestro del ynsigne arte de la pintura. Hasta 1726 no comienza a fechar su producción pictórica, por lo que resulta complicado esclarecer la cronología de sus primeras obras.

Lorente Germán encontró su clientela entre el público devoto, en su mayoría religiosos, hermandades y particulares. Ceán recuerda que “hay muchas en las casas de los particulares de Sevilla, y muchas más salieron fuera del Reyno, reputadas por de mano de Murillo” que le requerían pinturas devocionales como las Divinas Pastoras, aunque su producción pictórica abarca otros géneros como el retrato, escenas de género, representaciones mitológicas o trampantojos.

Tuvo la oportunidad de trabajar junto a los pintores que se ganaron el favor del rey Felipe V durante la estancia de la Corte en Sevilla en tiempos del Lustro Real e incluso disputó con el famoso  pintor de cámara Jean Ranc la ejecución de un retrato de un infante. José Milicua comenta, gracias a una carta del propio Lorente del supuesto enfado y casi “muerte” de disgusto del propio Ranc al contemplar el retrato infante don Felipe de Borbón que él no había sido capaz de pintar con semejante parecido y rapidez.

En sus últimos años fue distinguido como académico de mérito de la Real Academia de San Fernando “en atención a la fama notoria de pericia y singular habilidad del pretendiente”. Hacia mediados de siglo se conoce  su labor como tasador entre la clientela sevillana, civil y religiosa.

El conde del Águila afirmó que Lorente “diose como todos los de su tiempo a copiar e imitar a Murillo”. Aunque Lorente no copia literalmente composiciones de Murillo tan frecuentemente como lo hicieran otros pintores, es un pintor que estilísticamente está conectado con aquel.

Su obra se concentra sobre todo en Sevilla, aunque en los últimos años han salido a la luz varias pinturas suyas en otros puntos de la geografía española, lo que nos lleva a pensar que su fama debió de transcender el ámbito sevillano. Algunos estudiosos del pintor como Pedro Galera, han analizado algunas de estas obras que se encuentran desde antiguo en la provincia de Jaén en iglesias y en colecciones particulares, o las pinturas de San Andrés y Santa Catalina de Siena del retablo de la antigua capilla de Nuestra Señora de la Concepción de la catedral cordobesa firmados por él.

Dentro de su producción destacan la Santa Cena y el Prendimiento de Cristo de la Capilla del Baratillo de Sevilla así como sus numerosas Divinas Pastoras  en el ámbito religioso, los retratos de personajes relacionados con la Corte borbónica o miembros de la nobleza sevillana y los trampantojos como los de la Academia de San Fernando, Museo del Prado y Museo del Louvre.

Autor: Jesús Porres Benavides

Bibliografía

MATA TORRES, Josefa, “Nuevos datos sobre Bernardo Lorente Germán”, Archivo hispalense: Revista histórica, literaria y artística, nº 212, 1986, pp. 215-22.

MILICUA, José,Bernardo Lorente Germán: El retrato del Infante Don Felipe”, Archivo español de arte, nº 136, 1961, pp. 313-320.

PORRES BENAVIDES, Jesús, “Obras inéditas de Bernardo Lorente Germán”, Archivo Español de Arte, Vol. 89, nº 354, 2016, pp.183-193.

QUILES GARCÍA, Fernando, “En torno a las posibles fuentes utilizadas por Bernardo Germán Lorente en su pintura Análisis de la Biblioteca y la pinacoteca de su propiedad”, Atrio: revista de historia del arte, nº. 7,  1995, pp. 31-43.

QUILES GARCÍA, Fernando y CANO RIVERO, Ignacio, Bernardo Lorente Germán y la pintura sevillana de su tiempo (1680-1759), Madrid, Fernando Villaverde Ediciones, 2006.