Está considerado como el principal arquitecto del Renacimiento en la provincia de Jaén, así como uno de los más importantes representantes de la estereotomía o corte de piedra, creando una escuela de seguidores que difundirán este modelo por el resto de Andalucía y proyectándose con posterioridad en la América virreinal.

Inicia su formación como cantero en su ciudad natal, participando en el proceso de embellecimiento que por aquellos años se estaban llevando a cabo en Alcaraz (Albacete). Así, desde 1523 está documentada la participación de Vandelvira en los trabajos de embaldosado de la lonja, uno de los edificios civiles que se estaban edificando en la Plaza de la Trinidad (junto con las Casas Consistoriales y la Torre del Tardón o del Reloj). No tardaría en obtener encargos de mayor responsabilidad, como lo ejemplifican los trabajos en la capilla de Gonzalo de Arenas en la desaparecida parroquia de San Ignacio (h. 1526).

En este ambiente artístico es clave la vinculación profesional con Francisco de Luna, maestro cantero de las obras de la Orden de Santiago en el Priorato de Uclés y de la Catedral de Cuenca desde 1527, y quien posteriormente se convertiría en el suegro de Vandelvira tras su matrimonio con su hija Luisa de Luna. Casi todas las primeras intervenciones que realiza el joven arquitecto en sus comienzos están relacionadas con su maestro Francisco de Luna, quien le marca las pautas a seguir. Ejemplo de ello es la posible participación de Vandelvira en la iglesia parroquial de San Andrés de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) o en el Monasterio de Santiago en Uclés (Cuenca).

A pesar de mantener relaciones con su ciudad natal, en 1534 inicia su andadura por tierras giennenses para trabajar en las obras de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Villacarrillo, igualmente trazada por Luna. Del mismo modo, otro proyecto en el que pudo participar el joven Vandelvira por estos años sería la Capilla del Deán Ortega en la Iglesia de San Nicolás de Úbeda, la cual había sido fundada en 1529 por D. Fernando Ortega y Salido, Deán de Málaga, en este caso continuando con las trazas del maestro jiennense Pedro López.

Sería por estos años cuando entra en contacto con D. Francisco de los Cobos, Comendador Mayor de la Orden de Santiago y Secretario Imperial de Carlos I, trabajando en el proyecto de la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda. El proyecto inicial, más modesto, consistía en una capilla funeraria adosada a la iglesia de Santo Tomás si bien, gracias a la obtención de la bula fundacional del papa Paulo III en 1535, se procedería a la construcción de un monumental templo-panteón. Encargado el proyecto inicialmente a Diego de Siloé, las obras son suspendidas un par de años más tarde por estar el arquitecto inmerso en las obras de la Catedral de Granada. Finalmente las obras se reiniciarían en 1540, esta vez bajo la responsabilidad de Vandelvira y Alonso Ruiz, contando con el visto bueno del Deán Ortega y bajo la supervisión del arquitecto Luís de Vega. En este proyecto, Vandelvira continua con el proyecto de Siloé pero, no por ello, deja de aportar su propio talento constructor, enriqueciendo el proyecto inicial con originales soluciones, como son el diseño de la sacristía o de las portadas laterales.

Paralelamente a la construcción de la Capilla del Salvador de Úbeda, en la década de 1540, Vandelvira recibiría el encargo de la capilla funeraria de D. Diego Valencia de Benavides en la iglesia del Convento de San Francisco, así como la dirección de obras de la iglesia conventual de Santa María Magdalena de La Guardia de Jaén, iniciada por Francisco del Castillo “el Viejo” y Domingo de Tolosa, y que igualmente funcionaría como panteón familiar de D. Rodrigo Messía.

La labor de Vandelvira en la Capilla del Salvador sería la primera de muchas otras que realizaría al servicio de D. Francisco de los Cobos. Así, en las décadas de 1540 y 1550 procedería a remodelar los castillos de Canena y Sabiote, villas adquiridas por el Comendador Cobos un par de años antes, reforzando sus defensas y otorgándole una nueva imagen palaciega al interior, con gran influencia italianizante. Del mismo modo D. Francisco de los Cobos, en su cargo de Adelantado de Cazorla, promovería la remodelación de edificios y espacios urbanos en tierras de su propiedad, dado el interés económico y social que ello tenían; así, de esta etapa son la construcción de las iglesias parroquiales de La Iruela y Cazorla, cuya autoría se ha atribuido tradicionalmente a Vandelvira por la similitud de las formas edilicias (si bien la historiografía actual discute esta autoría, vinculándola a otros maestros en la línea del maestro de Alcaraz).

Además de Cobos, otros miembros de la nobleza ubetense contarían con la maestría de Vandelvira para llevar a cabo sus construcciones. Así, entre otros proyectos, en la década de 1550 se acometerían los trabajos del Palacio del Deán Ortega, así como del Palacio de D. Juan Vázquez de Molina, Secretario de Estado de Felipe II. Igualmente posiblemente por esta época pudieron iniciarse las obras del Palacio de D. Rodrigo de Orozco (inacabado), cuya fachada se disponía alineada frente a la del Palacio del Deán Ortega y que, junto con otras construcciones, definían urbanísticamente el “Llano de Santa María” o “Llano del Salvador” (actual Plaza Vázquez de Molina de Úbeda).

Además de estas construcciones, en la década de 1560 también trazaría los Palacios Vela de los Cobos o el Palacio del Marqués de la Rambla, ambos en Úbeda. Igualmente cabría citar obras de ingeniería, como serían el trazado del Puente de Ariza (1562) o el Puente de Mazuecos (1565), éste último en colaboración con Francisco de Castillo “el Mozo”, sobre los ríos Guadalimar y Guadalquivir respectivamente.

En 1554 Andrés de Vandelvira es nombrado Maestro Mayor de Obras de la Diócesis de Jaén, llevando a cabo la construcción de la Catedral de Jaén, así como de otros templos promovidos desde el Obispado. Entre otros, cabría citar su participación en las iglesias parroquiales de Huelma, de Mancha Real o Linares, así como en la Catedral de Santa María de Baeza.

Sin embargo, el gran proyecto de Vandelvira (al que se dedicará hasta su muerte) sería la construcción de la Catedral de Jaén. Las obras habían sido iniciadas por el maestro Pedro López en tiempos del Obispo Alonso Suárez de la Fuente el Sauce (1500-1520), quedando paralizadas poco tiempo después y retomadas por nuestro arquitecto. Si bien no finaliza el proyecto (pues tan sólo lleva a cabo la construcción de las capillas del ángulo sureste, del crucero, así como de la sala capitular y sacristía) sí es cierto que Vandelvira logra crear un proyecto unitario en estilo renacentista que después sería respetado por los maestros que le sucedieron en la dirección de las obras (entre otros, Juan de Aranda, Eufrasio López de Rojas, José Gallego y Ventura Rodríguez).

De forma paralela a estos trabajos, Vandelvira también trazó el Hospital de Santiago de Úbeda (1562-1575), fundación benéfica del Obispo D. Diego de los Cobos y que albergaría la residencia y el panteón del prelado. Precisamente por las diferentes funciones que acoge el edificio, el arquitecto se aleja del modelos de hospital real promovido por los Reyes Católicos, tomando como ejemplo el Hospital Tavera de Toledo, dando como resultado una monumental obra caracterizada por la sobriedad y el clasicismo.

A su muerte en 1575, Vandelvira fue enterrado en la iglesia de San Ildefonso de Jaén. Continuador de su obra sería su hijo Alonso de Vandelvira, quien trabajaría especialmente en Sevilla y Cádiz, difundiendo el conocimiento de la obra de su padre en el tratado Libro de traças de cortes de piedra.

Autor: José Manuel Almansa Moreno

Bibliografía

BARBÉ-COLEQUIN de LISLE, Genevieve, Tratado de arquitectura de Andrés de Vandelvira, 2 vols, Albacete, Caja de Ahorros Provincial de Albacete, 1977.

CHUECA GOITIA, Fernando, Andrés de Vandelvira, Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1971.

GALERA ANDREU, Pedro, Andrés de Vandelvira, Madrid, Akal, 2000.

GALERA ANDREU, Pedro, Arquitectura y arquitectos a fines del siglo XVI en Jaén, Jáen, Instituto de Estudios Giennenses, 1982.

MORENO MENDOZA, Arsenio, El arquitecto Andrés de Vandelvira en Úbeda, Sevilla, 1979.

MORENO MENDOZA, Arsenio, Úbeda renacentista, Madrid, Electa, 1993.