Don Alonso de la Cueva-Benavides y Mendoza-Carrillo fue un noble, diplomático y escritor que durante toda la primera mitad del siglo XVII vivió, como tantos otros españoles, entre el ensueño y la realidad de la Monarquía Hispánica. A lo largo de su carrera diplomática desempeñó los cargos de Embajador de España en Venecia (1606-1618) y de Embajador Extraordinario de España en Flandes ante los archiduques Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria (1619-1632). En premio a sus leales servicios a la corona fue distinguido con los títulos de Tercer Señor (1598-1622) y, más tarde, Primer Marqués de la villa de Bedmar (1614-1622), Caballero de la Orden de Alcántara (1610), cardenal de san Martin in Montibus (1633-1635), Santa Balbina de Roma (1635-1644) y obispo de Palestrina (1644-1648) y Málaga (1648-1655).

Alonso de la Cueva-Benavides nació en el verano de 1574 en las «casas palaciegas» del Partal Alto de la Alhambra (Granada), fruto del enlace matrimonial entre sus progenitores Luis de la Cueva-Benavides y Manrique y su esposa Elvira Mendoza-Carrillo y Cárdenas, siendo bautizado en la Iglesia de Santa María de la Alhambra el 25 de julio de 1574 en presencia de sus padrinos los Condes de Tendilla.

Inició su formación político-militar en las Islas Canarias junto a su padre, quien, el 2 de marzo de 1590 y como Gobernador y Capitán General de las Islas Canarias y Presidente de la Real Audiencia, lo nombró capitán de Arcabuceros y delegó en él, el mando militar de la Isla de Gran Canaria.

A lo largo de su extensa vida al servicio de la Monarquía hispánica en la legación veneciana, en Flandes o ante la Santa Sede fue partidario de “desplegar la totalidad de los recursos de que disponía el poderío español en los momentos de máxima tensión internacional” con el fin de frenar la ambición de los enemigos de la Monarquía. Idea que compartía con los otros representantes de la Monarquía Hispánica con los que coincidió, aunque en ocasiones no era el parecer del Consejo de Estado, cuyos miembros no dudaron en reprenderle por determinadas actuaciones, aun a sabiendas de la precariedad de medios con los que contaba para el desarrollo de su labor diplomática.

Desde 1632 hasta su muerte, el Cardenal de la Cueva, además de formar parte del Sacro Colegio Cardenalicio, del cual fue nombrado Chambelán el día 8 de enero de 1635, ejerció una labor parecida a la de introductor de Embajadores y fue siempre una fuente inagotable de saber diplomático.

Difícil fue la marcha del cardenal de la Cueva al obispado de Málaga en 1651, pero su avanzada edad, unida al cansancio que acumulaba después de tantos años luchando por unos ideales y la añoranza de su familia, hicieron que Felipe IV dispensará a su leal servidor de seguir en Roma y le animará a ocupar su último destino, donde  consiguió que el Cabildo Catedralicio y municipal hicieran el Juramento de defender pública y privadamente el Dogma de la Inmaculada Concepción de María, el día de su fiesta de 1654. El Obispo de la Cueva fallecería el día 11 de julio de 1655, siendo enterrado en la cripta de los prelados de la Capilla del Santísimo Cristo del Amparo de la Catedral malagueña.

Autor: José Manuel Troyano Chicharro

Bibliografía

ECHEVARRIA BACIGALUPE, Miguel Ángel, «La gestión del Marqués de Bedmar en Flandes (1619-1632)», en Actas del IIº Congreso de Historia de Andalucía: Edad Moderna, Volumen III, Córdoba, 1995.

TROYANO CHICHARRO, José Manuel, Vida y obra de D. Alonso de la Cueva-Benavides y Mendoza-Carrillo, primer Marqués de Bedmar, Cardenal de la Santa Iglesia de Roma y Obispo de Málaga (1574-1655), Imprintalia, Madrid, 2017.

TROYANO CHICHARRO, José Manuel, «D. Alonso de la Cueva-Benavides y Mendoza-Carrillo (Granada, 1574-Málaga, 1655)», en Chronica Nova, Nº 24, Granada, 1997. Pp. 273-314.

TROYANO CHICHARRO, José Manuel, “Venecia a principios del siglo XVII. Una visión política a través del Embajador Español D. Alonso de la Cueva Benavides. Aproximación documental”, en Chronica Nova. Universidad de Granada, Nº 27, 2000, pp. 315-337.

TROYANO CHICHARRO, José Manuel, “D. Alonso de la Cueva-Benavides y Mendoza-Carrillo, Diplomático y Cardenal Granadino del S. XVII. Obispo de Málaga (1648-1655)”, en Estudios sobre Iglesia y Sociedad en Andalucía en la Edad Moderna, Editorial Universidad de Granada, Granada, 1999, pp. 209-222.