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La ruina como tragedia

Gabriel Espinoza 18 diciembre, 2020

[…] Pero las muertes y ausencias también levantan el espacio para pensar desde la memoria de los proyectos fallidos. Huyssen (2003), Dillon (2006) y Paul Dobraszczyk (2016) abordan la memoria de la modernidad, de proyectos políticos que se cristalizaron en inmuebles, espacios a secas, lugares de ausencia y que dieron la posibilidad de imaginar. ¿De imaginar qué? Cómo hacer uso de estos lugares, ya en términos simbólicos a través del culto de la belleza de una ruina que no remite más a ‘un saber natural’, sino que es un objeto prospectivo, mostrando la ruinización del presente, explicitando nuestra incompletitud (Dillon, 2006), o eso que asume otras narrativas, aún más libres, como las ‘identidades y representación’ en zonas de conflicto, en relación a lo analizado en Priyat por Dobraszczyk (2016).

En Priyat (Ucrania) existían dos parques de diversiones, y al igual que la ciudad, se encuentran hoy abandonados debido a la radiación nuclear liberada en el accidente de Chernobyl. Ni la ciudad ni el parque se encuentran en uso. Un paisaje desconservado e infértil, que abandona la humanidad, o a su agenciamiento presente, para unirse al óxido: un repliegue de la humanidad, pero sin dejar que la naturaleza se asiente, porque el paisaje ya es puro desperdicio de la acción cultural. Junto a la ruina nuclear, que también deja lugares sin uso, como los bunkers de la guerra fría (Bennett, 2020), podemos sumar aquellos que los regímenes económicos hicieron devenir en ruinas, como el característico Spreepark (Berlín, Alemania), el Nara Dreamland (Nara, Japón), o en Chile el caso de Mundo Mágico (Lo Prado, Santiago, Chile) y Parque Hollywood (Macúl, Santiago, Chile). Estos últimos cuatro espacios, diseñados, promovidos e impulsados para el ocio al aire libre; parque de diversiones con juegos mecánicos, carruseles y distintas ornamentaciones temáticas: dinosaurios, personajes de manga y anime, o aquellos producidos por las empresas dueñas del lugar, ofreciendo la compañía de las mascotas guías. Frente a la entelequia fundadora del diseño de estos lugares, ha decaído la conservación del lugar, las lógicas de acceso e, incluso, las herramientas y la predisposición de sus usos.

En relación a lo expuesto, Heidegger indicaría que existe una ruptura en el uso del objeto y su idea de normalidad de uso como “objeto a la mano”. Esto, debido a que su uso normal y esperado ya no da respuesta. Es decir, en esa acción de no correspondencia entre el uso ideal y la forma actual, el paso al quiebre, que evidenciaría los límites de las cosas, de los usos, y llamaría a reflexionar sobre estos objetos en el paso de lo diseñado y su correspondencia con los usos, al mero vestigio (Heidegger, 1977; Bengoa Ruiz de Azúa, 1994; Harman, 2011).


“Kaputte Dinosaurier im ehemaligen Spreepark im Plänterwald Berlin”- C.Pietzsch (2013)

Yves Marchand y Romain Meffre [1] son los creadores de un registro excepcional sobre ruinas de Detroit; ruinas urbanas, ruinas modernas, la materia descascarada de proyecto arquitectónicos y de ciudad, que con su metal y aleaciones debió haber sido perenne, al llegar el ocaso, logra presentarse caduca. Quizás esto último, como señala Lipovetsky (2000), es en definitiva el destino de aquello inscrito en el espectro fundante y renovante de la modernidad: la caducidad es la posibilidad de ser; es la condición sine qua non para ser.

Si el encanto acabó, si las cosas están ahí tendientes a ser en su función, el objeto que decidimos conservar depende del afecto que le tengamos y la singularidad que les adjudiquemos (Baudrillard y Nouvel, 2002), pero las lógicas de organización urbanas tienden a la racionalidad y reconversión de los espacios ociosos a productores de valor (Espinoza, 2020; O’Callaghan et al., 2018; Ren, 2014), por sobre la dimensión afectiva, y el romanticismo neo-moderno del vuelco afectivo sólo justifica la permanencia de la ruina a través de un ejercicio de memoria fundido con una ideología que lo contenga. Frente a esto, Dillon (2014) hace un llamado de atención sobre no caer en la nostalgia, no fetichizar y volver al encantamiento del siglo XVIII que produce el ruinsucht. Pero, al mismo tiempo, ¿qué males puede traer el encanto, en periodos de apacible desafección frente al mundo?

En lo mismo, si la ruina ya dejó ese romanticisimo místico á lá Caspar David Friedrich, donde las edificaciones derruidas eran un vínculo hacia la naturaleza, un saber superior, un lugar donde la naturaleza nos hace saber su lugar al enflorar y allanar con lo ‘dado’ lo ‘creado’, ¿qué es hoy la ruina?, ¿es la memoria un valor en sí mismo?, ¿es posible concebir que la detención monolítica del pasado, en la posibilidad de su materialidad en contextos urbanos, llevando a resaltar un fragmento conocido de la ideología-uso que recubrió a un lugar, en un periodo particular, pueda congelar las exigencias de hacer-rehacer-recrear-armar de la ciudad?, ¿pueden las ruinas urbanas, ya no en el místico bosque, sino al lado del ‘hacer compulsivo’ de la ciudad, establecer un régimen simbólico y espacial de excepción, de inamovilidad sacra en base a su memoria?, ¿qué acontece con la posibilidad de hacer, si la ruina exige en su contemplación el silencioso paso de la antroposfera y la apetecible acción de la atmósfera y el tiempo sobre ella? El tema de la ruina se asociará, a su vez, con una noción evidente de desmantelamiento ideológico del diseño, y con la disputa de una noción de inamovilidad. Si lo nuevo tiene el germen de su destrucción desde el mismo comienzo, y la ruinización como el paso al fin, ¿qué sorpresas puede tener lo que ya es evidente y desencantado? En este sentido, las grietas y fisuras de la arquitectura, el progresivo ceder al tiempo de la materia, su decaimiento, comienza a dar espacio al escamoteo. La desacralización de la percepción valórica del lugar, permite la reinversión útil, tanto en la mercantilización del lugar como en la habitabilidad de los espacios muertos.

La figura de la ruina sacra continúa, pero ya no en clave trascendental, sino que se vuelca sobre la objetivación de la memoria (moderna, política, ambas o ninguna), y una fractura en las investigaciones sobre la/las ruina/s sería entrar en este campo: entender cómo se funda y justifica este viejo-nuevo orden moral sobre las cosas; cómo el oxímoron de racionalización del encanto, en forma de ordenanza de conservación que inhibe el hacer sobre un inmueble, logra cumplir la otra entelequia del diseño, ‘estabilizar la ruina’. […]


El texto es un fragmento de Apuntes para una discusión de la ruina, de Gabriel Espinoza Rivera. Leer texto completo en 10(2).


Caspar  David  Friedrich, “Abtei  im  Eichwald” (1809-1810, óleo sobre lienzo, 110 x 171 cm, Alte Nationalgalerie, Berlín)

La imagen de portada es: Fort Wayne Hotel, Detroit. Fuente: Yves Marchand & Romain Meffre © 2010. http://www.marchandmeffre.com

Baudrillard, Jean, y Jean Nouvel (2002). Singular objects of architecture. Minneapolis, MINN: University of Minnesota Press

Bengoa Ruíz de Azúa, Javier (1994). La distinción ser-a-la-mano/ser-a-la-vista en Ser y Tiempo de Heidegger. Revista Catalana de Teologia, 19(1), 195-205.

Bennett, L. (2020). The bunker’s after-life: cultural production in the ruins of the cold war. Journal of War & Culture Studies, 13(1), 1-10.

Dillon, B. (2006). Fragments from a history of ruin. Cabinet Magazine. Issue 20 “Ruins”. Winter 2005 – 2006.

Dillon, B . (17 de Febrero de 2014). Ruin lust: our love affair with decaying buildings. Architecture. The Guardian.

Dobraszczyk, P. (2010). Petrified ruin: Chernobyl, Pripyat and the death of the city. City, 14(4), 370-389.

Espinoza, G. (2020). One’s regeneration is another’s gentrification: an analysis concerning Barrio Franklin’s commerce. Persona y Sociedad, 34(1), 71-94.

Harman, G. (2011). The road to objects. Continent, 1(3), 171-179.

Heidegger, M. (1977). The question concerning technology, and other essays. Nueva York: Garland Publishing.

Huyssen, A. (2006). Nostalgia for ruins. Grey Room, 6-21.

O’Callaghan, C., Di Feliciantonio, C., y Byrne, M. (2018). Governing urban vacancy in post-crash Dublin: contested property and alternative social projects. Urban Geography, 39(6), 868-891.

Ren, X. (2014). The political economy of urban ruins: redeveloping Shanghai: debates and developments. International Journal of Urban and Regional Research, 38(3), 1081-1091.

[1] http://www.marchandmeffre.com

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Gabriel Espinoza

Sociólogo, Mgs en Antropologías Latinoamericanas. Veo cine, leo de objetos, edificios y teorías. La otra mitad del colectivo Oggs (junto a Gabriel Maulén) y fascineroso hincha de Palestino.

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