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Comprender el significado de la ciudad inteligente

Manu Fernández 19 enero, 2016

We may wish for easier, all-purpose analyses, and for simpler, magical, all-purpose cures, but wishing cannot change these problems into simpler matters than organized complexity, no matter how much we try to evade the realities and to handle them as something different.

Death and life of the great American Cities, Jane Jacobs, 1961

El planteamiento de la tesis doctoral defendida en 2015, La smart city como imaginario socio-tecnológico. La construcción de la utopía urbana digital, se basa en la revisión del discurso subyacente en la visión predominante de las smart cities como imaginario tecnológico generalizado en la agenda de las políticas urbanas. El objetivo principal es ofrecer un marco de análisis para comprender las preconcepciones que están detrás de la narrativa de las ciudades inteligentes tal como ha sido presentado por sus proponentes más destacados. Este imaginario discursivo y práctico remite a una serie de conceptos teóricos y supuestos beneficios con fuertes implicaciones en la configuración de las políticas urbanas y a las que se ha atendido escasamente hasta ahora. Dichos elementos son enmarcados por los actores dominantes del discurso a través de un nuevo régimen discursivo sobre la ciudad y sobre la tecnología con unas consecuencias inmediatas sobre la vida en la ciudad y sobre el papel de las políticas urbanas.

El origen del mencionado trabajo es el de explicar por qué podemos plantear una evaluación tan poco optimista tras estos años, desentrañando el sustrato conceptual que está detrás de la visión más dominante sobre la intersección entre las tecnologías digitales y de la ubicuidad y la vida urbana. Para ello, se abordan diferentes conceptos que actúan como legitimadores discursivos de esta propuesta preponderante sobre la ciudad en la sociedad conectada y cómo se confrontan con la realidad del funcionamiento de los sistemas urbanos, de la organización social de la vida urbana y de las propias características intrínsecas a las tecnologías asociadas a lo digital.

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Un lector acelerado que se acerque a la investigación desde la necesidad de defender su posición, bien sea de tecno-optimista irredento o de tecnófobo quijotesco encontrará, seguramente, razones para sentirse molesto. No presentamos esta investigación como una batalla de posturas antagónicas; ni siquiera es una batalla, porque partimos de la presencia real, material, actual y decisiva de la tecnología habitualmente asociada a la ciudad inteligente. La batalla, en todo caso, no estará en dilucidar qué materializaciones tecnológicas equiparán nuestras ciudades y colonizarán cada vez más esferas de nuestra vida, sino en conservar la capacidad de modelar sus funciones para que se adecúen al sistema social que prefiramos.

Así, ese mismo lector acelerado creerá que se trata de un texto sobre tecnología y no lo es. Ni siquiera es un texto con ambición de ser un estado del arte o una visión completa de todos los elementos relacionados con la smart city. Se trata, en cambio, de un texto de análisis crítico de la forma en que un imaginario construido a partir de un régimen discursivo concreto está tratando de modelar y hacerse presente en la realidad urbana. Si acaso, es un texto sobre las ciudades de nuestro tiempo porque, al fin y al cabo, de eso debería tratar el debate sobre la ciudad inteligente. Estamos ante un esfuerzo de investigación y sistematización de una propuesta de análisis social sobre cómo se está dando forma desde el discurso institucional, las prácticas sociales y el progreso científico-tecnológico a nuevas dinámicas en la sociedad conectada. Esta postura de partida no implica falsa equidistancia: se trata de un texto escrito desde el compromiso por una ciudad más democrática que permita el ejercicio pleno de las libertades que las tecnologías potencialmente pueden ofrecernos, desde el compromiso con una cultura científico-tecnológica al servicio de las demandas y necesidades sociales y de un panorama socio-político en profundo cambio, desde el compromiso por una gestión pública que favorezca un modelo de ciudadanía abierta y crítica y desde el compromiso por ciudades que merezcan la pena ser vividas.

Desde este compromiso, el análisis de las smart cities requiere evitar posturas de partida que impliquen una visión romantizada de la vida sin tecnología, por lo que esperamos que el lector no encuentre rastros de huida a un espacio ideal pre-tecnológico. Al contrario, la tesis parte del reconocimiento de una realidad, por otro lado obvia, que da forma al día a día, y cualquier tentación tecnófoba haría de nuestro trabajo un esfuerzo completamente ajeno a la realidad de nuestro tiempo. La presencia de los recursos tecnológicos que maneja la ciudad inteligente es real, y negar su capacidad de aportar grandes adelantos sociales sería una postura ciega e inútil. No se trata, por tanto, de una lectura de la ciudad inteligente como si la ciudad fuera un hecho ajeno al propio proceso tecnológico, de modo que no se trata tampoco de una disputa entre supuestos valores tecnológicos y supuestos valores humanos, posición que a veces se puede tomar desde la crítica tecnológica más insatisfecha con los planteamientos de la SC. Sin embargo, sí nos situamos en una perspectiva que trasciende el propio análisis tecnológico (no se trata de una revisión o evaluación de especificaciones, de funcionalidades, de implementaciones,…), sino que sitúa su interés en la comprensión de la tecnología urbana como ensamblaje socio-técnico del que nos interesan sus consecuencias para el futuro urbano en sentido amplio y no sus innovaciones técnicas.

La Parte I de la tesis establecemos el objeto de estudio, partiendo para ello del reconocimiento somero del rastro digital de la vida en la ciudad a través de diferentes dispositivos, infraestructuras, servicios y flujos que caracterizan la sociedad conectada. Ello sirve para situar el contexto en el que la smart city (SC) surge como nuevo relato de representación de la ciudad contemporánea. Desde este momento se delimitan su problematización, sus características (hegemonía polisémica, principalmente) y las razones que desde la literatura académica podemos encontrar para su cuestionamiento. Con ello queda dibujado un objeto de investigación necesariamente difuso pero, entendemos, suficientemente justificado como una realidad objetiva del debate urbano de los últimos años que ha influido notablemente en la agenda de las ciudades y de los estudios urbanos. De la misma forma, se plantea el problema de investigación que queríamos resolver inicialmente: la insuficiencia y el carácter problemático de la smart city como paradigma para entender las dinámicas de transición tecnológica a las que está sometida la ciudad actual.

La Parte II (Los descontentos de la smart city) sirve para explicitar y construir un marco conceptual para reunir las diferentes críticas y cuestionamientos que han emergido alrededor de la smart city como idea genérica discursiva de descripción de la ciudad. No se trata de un ejercicio puramente descriptivo de qué es una smart city, ni siquiera de los proyectos o iniciativas que suele englobar. No estamos ante una recapitulación, un balance sistemático o una evaluación técnica de sus promesas. Se trata, atendiendo a nuestro interés por poner la SC a la luz de las políticas públicas, de construir un marco para comprender de qué manera concreta puede influir en los estudios urbanos. Para ello, vinculamos la smart city a debates más profundos relacionados con la sociedad digital, desde las nuevas epistemologías derivadas del big data hasta la influencia de la ideología californiana en la forma en que consumimos experiencias digitales e incluso activismos en la red, pasando por la comparación con otras utopías urbanas recientes o la incardinación de la smart city en determinadas categorías como la representación social de la ciudad. En cualquier caso, a pesar de lo afirmado anteriormente, este apartado incluye un panorama selectivo sobre la plasmación práctica de la ciudad inteligente, toda vez que las tipologías de proyectos seleccionados son las que darán luz al apartado siguiente. Sin pretender ser un estado del arte sobre el grado de desarrollo de la smart city ni una categorización de diferentes tipologías de proyectos, apuntamos los proyectos que han servido como estandarte para la configuración del imaginario a través de propuestas que han conseguido un gran impacto mediático y a través de vectores tecnológicos transversales como los objetos conectados o el big data. De esta forma, dibujamos un panorama que se despliega tanto en el terreno ideológico y narrativo como en el terreno de la implantación de proyectos.

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La Parte III (Análisis discursivo de la smart city) constituye lo que consideramos como principal aportación: un marco de explicación de los conceptos más críticos que la smart city utiliza como retórica. Se trata de una sistematización del significado implícito de argumentos que normalmente son descritos, asumidos y reproducidos de manera acrítica. Esta celebración justificadora se ha construido desde un régimen discursivo mayoritariamente tecnológico, y utilizando el recurso del mito proponemos lecturas más conflictivas utilizando ideas, conceptos y argumentos provenientes de agentes y disciplinas que no suelen formar parte del régimen discursivo más generalizado de la smart city. Estos argumentos funcionan en dos niveles: como justificación explícita y como transformación subyacente de la concepción de las políticas públicas y, hasta cierto punto, de los estudios sociales urbanos. Utilizamos en la caracterización de estos elementos el concepto de mito a riesgo de poder parecer a primera vista una valoración subjetiva o incluso cínica, si bien ha sido ya utilizada anteriormente, aunque con un sentido diferente, para el caso específico de la smart city. Sin embargo, acudimos a su carácter mítico para reflejar su capacidad de transmitir valores y representaciones culturales de manera automática, su capacidad de hacer promesas auto-explicativas y que ocultan la posibilidad de su cuestionamiento. En este sentido, la referencia al mito no implica una refutación de la posible veracidad o pertinencia de la SC, sino que intenta destacar la forma en la que trabajan los imaginarios de cualquier tipo, sobre todo cuando encierran visiones idealistas sobre la tecnología como es nuestro caso. El conjunto de mitos que presentamos pretende ofrecer una sistemática coherente de diferentes niveles de argumentación crítica que ha levantado la SC prácticamente desde que empezó a ocupar una posición preponderante. En este sentido, el capítulo pretende ser una contribución al proponer una sistemática completa de diferentes posturas que ya han sido avanzadas por otros autores o desde disciplinas concretas pero no suficientemente ordenadas de manera conjunta.

La Parte IV (Urbanizar la tecnología) pretende ser una aproximación a otras capas de discurso relevantes a la hora de entender la piel digital de la ciudad y el impacto de la sociedad conectada en la forma en la que las ciudades funcionan. Además de ofrecer una reivindicación de la multiplicidad de relatos y conceptos frente a la idea de irreversibilidad, el capítulo se centra en algunas prácticas en las que señalamos un potencial no reconocido suficientemente. De esta manera, habiendo afirmado el carácter hegemónico de la SC en la parte anterior, en este punto de la investigación proponemos criterios y conceptos sobre los que construir o reconocer un régimen discursivo contra-hegemónico que ya está operando, aunque sea fuera de los grandes focos del régimen discursivo dominante.

La Parte V sugiere una serie de conclusiones y elementos de futuro para la investigación de la ciudad en la sociedad digital. Se trata de aspectos sugeridos a lo largo del texto y que en este apartado final queremos situar como aquellos más cruciales para los próximos años. Este apartado puede leerse a modo de lista abierta de temas para una agenda de investigación de la ciudad conectada que complemente o, en su caso, supere los mitos apuntados anteriormente. Se trata de la parte propositiva de este trabajo y tiene un carácter incompleto. Una sistemática más completa de esta cuestión escapa de nuestro objeto de investigación principal, pero la lógica que hemos querido seguir en el texto quedaría incompleta sin unos apuntes sobre las perspectivas que puede abrir la lectura que proponemos de la ciudad inteligente como imaginario socio-tecnológico.

En resumen, este trabajo de investigación pretende ser una aproximación crítica a una propuesta de un nuevo modelo urbano que se ha situado como referencia dominante para explicar la base tecnológica contemporánea de la ciudad actual.

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About The Author

Manu Fernández

Licenciado en Derecho Económico y Master en Gestión Medioambiental. Doctor por la UPV/EHU (2015) con la tesis "La smart city como imaginario socio-tecnológico". Investigador y consultor de políticas urbanas involucrado en proyectos relacionados con la sostenibilidad local y el análisis de las economías urbanas. Actualmente trabaja como profesional independiente desde su agencia Human Scale City en tres áreas: las estrategias de urbanismo adaptativo y de activación de espacios públicos, la intersección entre lo digital y lo social en la vida urbana desde una perspectiva ciudadana y, por último, el impulso de proyectos de dinamización económica en las ciudades. Autor del blog Ciudades a Escala Humana (www.ciudadesaescalahumana.org).

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