Carabela portuguesa
(Physalia physalis)
No se trata de una verdadera medusa, sino de una colonia. Lo que apreciamos es una especie de flotador de tonos violáceos que está rellena de gas y presenta una cresta que le ayuda a desplazarse con el viento, de ahí su nombre.
Sus tentáculos pueden llegar a medir varios metros y contienen un potente veneno que puede llegar a ser mortal en altas dosis. Su picadura puede provocar un intenso dolor, inflamación, y en casos extremos problemas respiratorios e incluso una parada cardiaca.
Se distribuye en aguas tropicales y subtropicales, pero están comenzando a aparecer en las costas Mediterráneas debido al Cambio Climático.
Por todo ello, si sufre su picadura deberá retirar los
tentáculos de la piel (NUNCA con la mano, sino con pinzas o usando guantes) y
lavar la zona con agua de mar (NUNCA con agua dulce). Si aparecen síntomas más
intensos acudir a un centro sanitario.