Introducción
Generalidades
¿Cómo debemos afrontar la relación entre el arquitecto y la sociedad a partir del año 2020? ¿Hay espacio para la ética ambiental arquitectónica dentro de la visión consumista actual? Pareciera que los arquitectos nos hemos desvinculado de la sociedad porque hemos caído en el reduccionismo de pensar la arquitectura como una pieza más de la producción. En otras palabras, los objetos arquitectónicos se conciben principalmente como objetos de consumo y, de hecho, son mucho más que eso. En ese contexto, conceptos como ahorro energético, uso de materiales con poco proceso industrial, calidad del aire y uso racional del aire pugnan por entrar a la escena arquitectónica; pero encuentran barreras —casi— infranqueables porque la concienciación ambiental no concilia con el mundo económico y financiero. Pero ¿por qué ocurre eso? Eso ocurre porque las actuaciones arquitectónicas no tienen en cuenta —totalmente— los aspectos ontológicos, epistemológicos, axiológicos y éticos que deberían ser intrínsecos al quehacer arquitectónico. Recordemos, en palabras de Macías (2005), que “la arquitectura es un medio de comunicación no verbal que permite, mediante una crónica muda, entender a la sociedad que la produjo (p. 76)”. Es decir, a través de la arquitectura los pueblos hablan sobre sus valores, estilos de vida, conductas, comportamientos. Entonces, ¿de qué valores habla nuestra arquitectura actual? Lo dicho nos obliga a buscar respuestas en la transdisciplinariedad, puesto que los arquitectos no podremos entender totalmente la problemática si no recurrimos a los saberes de otras disciplinas. En tal sentido, de acuerdo con Velásquez (2018), la teoría arquitectónica debe dialogar con las ciencias humanas y la filosofía, es decir, no podemos pensar la arquitectura solamente desde el punto de vista instrumental (o técnico) (pp. 238-239).
Cuestionamientos de entrada
Ante lo expuesto nos hacemos los siguientes cuestionamientos: ¿cómo influye el mundo económico y financiero en la producción arquitectónica actual? ¿Cómo podríamos lograr un desplazamiento de paradigmas arquitectónicos? ¿Qué conceptos pueden construir el nuevo paradigma arquitectónico?
Desarrollo temático
Los análisis económico y financiero frente al momento histórico actual
Nosotros, los humanos, somos la única especie que pensamos mientras edificamos y, por tanto, esta es un acto consiente que engloba decisiones y alternativas (Macías, 2005, pp. 73-74). Entonces, ¿cómo estamos tomando las decisiones y de qué manera estamos definiendo las alternativas? Una respuesta difícil, puesto que los arquitectos estamos entre dos fuegos: el hecho de proyectar edificios que satisfagan las necesidades fisiológicas y sicológicas [1] de los humanos y, a la vez, que estos sean rentables. Dicho de otro modo, la arquitectura como fenómeno cultural (Macías, 2005, p. 73) está signada por el quehacer económico y financiero y por aspectos sociales y antropológicos. Y es dentro de ese contexto donde surgen los conflictos, puesto que el mundo económico y financiero busca —con todo derecho— la utilidad; pero a la vez pone en riesgo la satisfacción de las necesidades humanas (primarias y secundarias). ¿Cómo lograr que los aspectos sociales y antropológicos concilien con los aspectos económicos y financieros? La arquitectura es un sistema de signos con sus denotaciones y connotaciones [2] (Eco, 1986/1968, pp. 257-266). Vista la arquitectura desde el mundo económico y financiero, los signos arquitectónicos (los edificios que producimos) denotan la posibilidad de habitar y connotan la ideología del consumismo; y ahí hay una contradicción porque la ideología del consumismo no, necesariamente, prioriza el habitar, sino el vender. Y es a partir de esa connotación de consumismo que términos propios de la economía y las finanzas como análisis de mercado, tasa de interés, vialidad del proyecto, valor neto actual (VAN), tasa interna de retorno (TIR), etcétera, buscan su espacio en la teoría y práctica arquitectónica. En tal sentido, los arquitectos tenemos que estar atentos a ellos.
Desplazamiento de paradigmas
Lo expuesto nos obliga a replantear la teoría y la práctica arquitectónica: debemos ir hacia el desplazamiento de paradigmas. Tenemos que desplazarnos de la mala interpretación del «menos es más», de Mies van der Rohe, hacia el «donde está el sol y de donde viene el viento», de Glenn Murcutt. En otras palabras, si queremos que el mundo económico y financiero tenga un punto de encuentro con las necesidades humanas, nosotros debemos pasar del determinismo economicista —que se expresa a través de la abstracción— a las pre-existencias naturales y culturales —que se expresan a través de las estrategias bioclimáticas fundamentadas en la ética ambiental arquitectónica— Ahí está el desplazamiento de paradigmas, puesto que en la actualidad los problemas de la humanidad son otros: problemas ecológicos y ambientales . En todo caso, «el menos es más» tiene que ser reinterpretado y buscar el punto de encuentro con las estrategias bioclimáticas tan necesarias en nuestros tiempos.
Los conceptos constructores de un nuevo paradigma
¿Pero cómo construir ese nuevo paradigma? Definitivamente, los conceptos constructores de este nuevo paradigma necesitan una mirada desde la transdisciplinariedad, puesto que no basta con establecer conceptos técnicos de carácter denotativo, sino que estos tienen que pasar al nivel connotativo para que sean absorbidos por el imaginario colectivo (Velásquez, 2018, pp. 235-242). Por el momento, proponemos los siguientes conceptos que están directamente relacionados con un lenguaje arquitectónico regionalista y, por ende, bioclimático: ahorro energético, uso de materiales con poco proceso industrial, calidad del aire, uso racional del agua [3]. Todos ellos dentro del marco de una teoría arquitectónica regionalista se convierten en significados ideológicos [4] que generan significantes arquitectónicos ambientales. El ahorro energético determina que el lenguaje arquitectónico haga uso de climatización artificial. En otros términos, aquí cobra importancia el «donde está el sol y de dónde viene el viento» de Glenn Murcutt, puesto que de esta manera se logra disminuir las emisiones de CO2. Del mismo modo, el uso de materiales hechos con poco proceso industrial contribuye a la descarbonización del planeta. Asimismo, la calidad del aire está íntimamente relacionada con los dos conceptos anteriores. Y de igual forma, el uso racional del agua se convierte en un pilar fundamental de la sostenibilidad.
Conclusiones
Los cuestionamientos de entrada, ¿cómo influye el mundo económico y financiero en la producción arquitectónica actual? ¿Cómo podríamos lograr un desplazamiento de paradigmas arquitectónicos? ¿Qué conceptos pueden construir el nuevo paradigma arquitectónico? Se pueden responder mediante las siguientes conclusiones:
- Las finanzas y las nuevas competencias en el mercado laboral del arquitecto deben partir del actual momento histórico (signado por los problemas ecológicos y ambientales) y, por tanto, el quehacer arquitectónico se dirige hacia un nuevo paradigma: una ética ambiental arquitectónica. Esta ética ambiental se sustenta en aspectos ontológicos, epistemológicos, axiológicos y éticos. Interpretando a Velásquez (2018) desde el punto de vista ontológico se busca la descolonización del ser y, por ende, se llega a una identidad arquitectónica; desde el punto de vista epistemológico se persigue la descolonización del saber arquitectónico; desde el punto de vista axiológico se fomentan juicios de valor; y desde el punto de vista ético se promueve una arquitectura que tenga como virtud el incluir el ambiente (p. 239).
- En concordancia con lo anterior, la teoría arquitectónica es aquella que incorpora los conceptos de ahorro energético, uso de materiales con poco proceso industrial, calidad del aire y uso racional del agua, no solamente desde el punto de vista técnico, sino también desde la mirada desde la filosofía y las ciencias humanas.
- La ética ambiental arquitectónica influye positivamente en el bienestar y en la economía del mundo (economía del bienestar).
- Los conceptos antes mencionados influyen directamente en el análisis económico y en el análisis financiero del proyecto. Así logramos un consenso entre la satisfacción de las necesidades del habitar y los objetivos del mundo económico y financiero.
La imagen de portada corresponde al Pabellón Serpentine en los Jardines de Kensington (Londres) (1917), por Diébédo Francis Kéré. Inspirado en un árbol de Gandó (ciudad natal del Kéré), para simbolizar la conexión del ser humano con la naturaleza y, a la vez, evocar el sentido de comunidad de su pueblo.
Nota. Adaptado de Serpentine Pavilion 2017 by Francis Kere [Fotografía], por zoer , s.f, Creative Commons
https://search.creativecommons.org/photos/e4324ced-45f5-484e-9d31-ab2786c8374d). CC BY-NC 2.0
Durkin, L. (s.f.). Facade Slats Kakadu NP Visitor Centre Glenn Murcutt [Fotografía]. Creative Commons. https://search.creativecommons.org/photos/f3d2eff1-debd-41e9-b477-180d55e33c42
Eco, U. (1986). La estructura ausente (3ra ed.). (Trad. F. Serra). Editorial Lumen (Obra original publicada en 1968).
Macías, R. (2005). Introducción a la arquitectura: análisis teórico. México D.F., México: Trillas.
Roth, L. (1999). Entender la arquitectura: sus elementos, historia, significado (Trad.C. Saenz) Gustavo Gilli (Obra original publicada en 1993).
Un rosarino en Vietnam (s.f.) Simpson-Lee House-Glenn Murcutt [Fotografía]. Creative Commons. https://search.creativecommons.org/photos/35fbe787-670f-41ff-bc88-4f2ea50d0f85
Un rosarino en Vietnam (s.f). Riversdale-Glenn Murcutt [Fotografía]. Creative Commons. https://search.creativecommons.org/photos/176582d7-5b4e-46b2-9e39-fdfe79a91c09
Velásquez, J (2018). El significado de los dispositivos de control solar externos en el lenguaje arquitectónico de una arquitectura regionalista decolonial para el Distrito de Chiclayo, 2017. Pensamiento arquitectónico y paradigmas (Tesis de maestría). Universidad César Vallejo- Trujillo.
Zoer (s.f.). Serpentine Pavilion 2017 by Francis Kere [Fotografía]. Creative Commons. https://search.creativecommons.org/photos/e4324ced-45f5-484e-9d31-ab2786c8374d
Zoer (s.f.). Serpentine Pavilion 2017 by Francis Kere [Fotografía]. Creative Commons. https://search.creativecommons.org/photos/33109b5c-4845-4251-b55a-60078d9791ea
[1] Roth (1999/1993) dice que desde los inicios de la conciencia humana, la arquitectura ha sido la dadora abrigo utilitario, al tiempo que servía de como expresión física de cómo se veían a sí mismos los seres humanos en relación al cosmos, al universo, a sus dioses y a los demás (p. 501).
[2] Para mayor detalle, revisar la semiótica de Umberto Eco.
[3] Obviamente, hay otros conceptos que tienen que ser incorporados; pero en este momento solamente mostramos una parte de la propuesta
[4] La ideología en el buen sentido, es decir, como portadora de cosmovisiones.