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Mucho más que dos ruedas y unos pedales

José Luis Yustos 15 octubre, 2013

Pedalear es bueno para el corazón

Todo lo que es importante en nuestras vidas está profundamente tintado de emociones y vivencias, que se mezclan con el conocimiento técnico dando lugar a “esa cosa” que los psicólogos llamamos aprendizaje significativo. Por eso, para muchas personas hay relevancia vital en la bicicleta.

Mi primera bici era pequeña, pesada y de ruedas macizas; con ella aprendía a mantenerme en equilibrio mientras mi abuelo me acompañaba por las calles más tranquilas de la ciudad. Una ciudad y una época en la que era novedad el paso de un coche a nuestro lado. Poco después, cuando aún no había cumplido la década, cogí por primera vez mi nueva bicicleta, una BH500 que hará sonreír, con su recuerdo, a la generación de los sesenta y setenta. Me lancé a tumba abierta por la calle de un polígono en construcción y terminé en el dentista. Fue una experiencia de uso de la bici como medio para el ocio y disfrute.

Años más tarde, ya adolescente, decidí abandonar el claustrofóbico autocar de transporte escolar y rodar todo el año escolar con aquella vieja BH500. Cuatro viajes diarios, de tres km. cada uno, bajo el sol abrasador del mediodía de junio, las lluvias primaverales y las heladas invernales. Me convertí en un commuter, sin saberlo (más adelante veremos este término). Fue mi primera experiencia larga y fructífera de uso de la bici como medio de transporte alternativo. Luego he pedaleado por ciudades y cruzado comarcas enteras como ciclo-turista.

Seguramente, esta es la dicotomía más importante de la concepción del uso de la bicicleta: como medio de transporte funcional o simplemente ligada al ocio. Sin infravalorar ninguna de las dos facetas, actualmente el cambio de paradigma en la movilidad urbana está estrechamente ligado al papel que puede jugar la bicicleta como modalidad de transporte en unas ciudades que quieren avanzar hacia una movilidad más segura y sostenible.

Amsterdam

Amsterdam y Lyon. Commuters ciclistas en invierno y diseño urbano para una movilidad sostenible

Conceptualmente, hablamos de una diferencia sustancial. Dar relevancia al uso de la bici como medio de transporte significa rediseñar el espacio urbano existente y generar nuevos espacios, barrios y calles donde se integre desde un primer momento la bicicleta, con su porcentaje de espacio urbano propio.

Para muchos habitantes del estado español la relevancia de la bicicleta aparece como una novedad de las ciudades del siglo 21. Pero realmente, volviendo la vista hacia atrás, podemos aprender mucho de los éxitos y fracasos vividos en otros lugares. Para muchos europeos, el lugar más paradigmático del uso de la bici como medio de transporte es Amsterdam. Todos hablamos mucho de Amsterdam como referente de una ciudad amable con la bicicleta. Pero pocos conocemos por qué es posible ese uso. Ni los habitantes de esa ciudad son unos terrícolas especiales ni los urbanitas ibéricos son especialmente vagos (ver vídeo). Amsterdam cambió a un sistema urbano concebido para generar nuevas situaciones que facilitasen a las personas sus desplazamientos en bicicleta.

El problema al que nos enfrentamos al concebir el uso de la bici es uno de los tópicos de la psicología social. El ciudadano de a pie, y en muchos casos el gestor, atribuye el uso, o la falta del mismo, a disposiciones individuales, dando especial relevancia a las ideas, valores y creencias de las personas. Los psicólogos socioambientales sabemos que las variables estructurales que configuran un medio, en este caso un municipio o ciudad, son claves para conseguir que el uso de la bici se generalice o, al contrario, para apagar la posible motivación que tengan algunos vecinos para sacar del trastero sus vehículos de dos ruedas con tracción humana.

Amsterdam, las variables estructurales y los commuters: ¿Cómo consiguieron los holandeses sus carriles bici?

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El ciclista rebozado en situaciones generadas por un sistema

El ciudadano y las situaciones se pueden comparar con los alimentos rebozados. Da igual que tipo de alimento sea sometido a un buen rebozado, sea carne o pescado, finalmente será identificado como rebozado.

Para los psicólogos sociales, la influencia de las situaciones y de los sistemas que las generan es mucho más potente que las ideas y actitudes de las personas a la hora de explicar por qué usan la bicicleta.

Desde un punto de vista conceptual, podemos distinguir tres elementos explicativos para intentar averiguar porque un ciudadano utiliza la bici para desplazarse por su municipio:

  • Persona– es un potencial ciclista en el escenario de la vida, cuya libertad a la hora de actuar se funda en su modo de ser personal, en sus características genéticas, biológicas, físicas y psicológicas.
  • Situación– es el contexto en que, mediante sus recompensas y funciones normativas, tiene el poder de otorgar identidad y significado a los roles y estatus del actor.
  • Sistema– está formado por los agentes y agencias que por medio de su ideología, sus valores y su poder crean situaciones y dictan los roles y las conductas de los actores en su esfera de influencia.

El sistema incluye a la situación, pero es más duradero, más amplio, está formado por personas, por sus expectativas, sus normas, sus políticas y, quizás, sus leyes. Con el tiempo, los sistemas acaban adquiriendo una base histórica y, a veces, una estructura de poder político y económico que gobierna y dirige la conducta de quienes viven en su área de influencia (Zimbardo dixit). La psicología social descubre fuerzas mayores que nosotros, que determinan  nuestra vida mental y nuestros actos. La mayor de esas fuerzas es la situación social.

Excepto maravillosas excepciones, que por fortuna se van incrementando, el actual sistema urbano aún genera una gran multitud de situaciones que actúan de freno en las personas que barajan la posibilidad de utilizar la bicicleta como medio de transporte. La inercia del sistema urbano, diseñado y regulado para facilitar la vida al coche (en marcha o aparcado), tiene que poner el norte en otro lugar para generar ciudades que emitan menos CO2 ligado al transporte, que generen hábitos de desplazamiento más saludables para los ciudadanos y, como dijeron los futuristas italianos, permita rodar a “la máquina más hermosa creada por el hombre”.

School-bike y Jornada de uso familiar - Londres

Londres. School-bike y Jornada de uso familiar de la bici

En todo este maremágnum de rediseños urbanos, de planificación para nuevos barrios que incluyan viales para bicis, etc., no hay que olvidar el componente educativo dirigido a diferentes sectores. En algunas ciudades, como Londres, desde los mismos centros educativos se desarrollan las school-bike, espacios donde los escolares no sólo aprenden a montar en bicicleta, sino que además depositan sus bicicletas cuando se les han quedado pequeñas o “viejas”, para que otros menores puedan disponer de ellas, de este modo se evita que muchas bicis terminen en la basura y se incrementa el número de familias que pueden disponer de una bicicleta para sus hijos.

Este tipo de iniciativas, junto a los actos educativos apoyados por las instituciones, como el Ayuntamiento de Londres, ayudan a generar una cultura donde toda la familia se siente involucrada y toma parte activa en el uso de la bici.

Dentro de esta dinámica de fomento del uso de la bicicleta, el servicio de bici-registro que ofrecen diversas ciudades españolas ayuda a que los ciudadanos saquen sus bicis. Este registro de bicicletas disuade el robo, genera un «marcaje» indeleble en la bicicleta y permite recuperar la misma, facilitando así que además aumente la utilización. Es válido en todo el territorio nacional, es propiedad de la Red de Ciudades por la Bicicleta y cuenta con la participación de la Dirección General de Tráfico y de los Ayuntamientos adheridos. En esta línea, aprovechando la presencia en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA, 2012), los socios de la consultora A21soctenible realizamos el primer bici-registro de la ciudad de Madrid y promocionamos dicha iniciativa.

Pacificacion_del_trafico

 Pacificación del tráfico mediante acciones de rediseño urbano

 

A21soCtenible – La actividad de A21soCtenible se desarrolla en cuatro grandes áreas: participación, comunicación, educación ambiental y auditoría. En nuestra dirección podrás ver materiales que diseñamos para trabajar movilidad sostenible con diferentes colectivos

 

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About The Author

José Luis Yustos

José Luis Yustos es psicólogo ambiental (Universidad Autónoma de Madrid), especializado en educación ambiental. Director y co-propietario de A21soCtenible s.l. Medio Ambiente, Desarrollo y Participación, consultora centrada en proyectos de movilidad urbana sostenible y segura, planificación hidrológica, prevención de incendios, formación técnica para Agentes Medioambientales y formación ambiental sobre desarrollo local y participación ciudadana.

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