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Empleo

Egresados y empleo: La experiencia de Marta Domènech Cuevas

Fotografía: Marta Domènech Cuevas, graduada en Ingeniería Química Industrial por la Universidad de Almería. Premio al mejor expediente de Grado en Ingeniería Química Industrial promoción 2019-2020

Cuando estaba escribiendo estas líneas hacía un año prácticamente que terminé el Grado en Ingeniería Química Industrial. Lo empecé con muchísimas ganas e ilusión, siempre pensando que ‘nos vamos a comer el mundo’. El primer año lo recuerdo como un año de prueba, de saber si de verdad era lo que yo quería hacer en mi futuro, si era lo que me iba a motivar a trabajar día a día. Y así fue. Encontré un buen ambiente, buenos compañeros y buenos profesores. Aunque ese primer año todavía no sabía todo el esfuerzo que me iba a suponer. Ha sido todo literalmente una ‘carrera’ a fondo, en la que ha habido momentos de tenerlo todo claro, saber que lo que estaba haciendo estaba bien y que todo eso me iba a llevar a donde quería llegar. Pero también ha habido otros donde no veía el final, dudaba de aquello de lo que tan segura estaba. Momentos en los que mi entorno creía en mí mucho más que yo, Sin embargo, finalmente, tengo que decir uno de mis mantras más recurrentes “Todo pasa y todo llega”.

Así ha sido, ahora lo veo con perspectiva y pienso ‘no ha sido para tanto’ o incluso, ‘¿Podría haberme esforzado más?’, pero la realidad es que dí en todo momento lo mejor de mí. Y ahora lo que es seguro es que pienso, ‘Ha merecido la pena, ha merecido ese esfuerzo’.

Tengo que decir que yo empecé en 2014 y he terminado en 2020, no he seguido los ritmos, puesto que hay asignaturas que se nos estancan, o situaciones que no podemos controlar. Pero, aún así, he obtenido muy buenas notas en el proceso, tanto que me han galardonado con el mejor expediente de mi promoción. No se trata de tener prisa, sino de hacerlo bien y sobre todo y, ante todo, aprender. Estoy segura de que tampoco se trata de notas, pero a veces pecamos de conformarnos con ‘cincos’ que en ese momento nos saben a gloria, pero que posteriormente puede ser que nos arrepintamos de no haber entendido mejor de qué trataba esa asignatura. No podemos olvidar el hecho de que si estamos estudiando es para aprender, más que o para aprobar. Por lo tanto, suspender un examen no es un fracaso; siempre deberíamos verlo como una nueva oportunidad para volver a estudiar y aprender definitivamente todos los conceptos que se nos habían escapado.

Hablo de esto porque así me ha pasado a mí, y me gustaría que fuese algo que tuviésemos claro. Sabemos que las ingenierías no son carreras nada fáciles, pero no por ello tenemos que tenerle miedo, ni desanimarnos ni mucho menos rendirnos.

Os escribo ahora, un año después. Cuando terminé en septiembre de 2020, con toda la situación de la pandemia todavía activa y sin resolver, con un futuro que los jóvenes vemos con precariedad, con más escasez de oportunidades laborales que en otros tiempos (o al menos, menos de las que podíamos imaginar que tendríamos cuando termináramos), me hice la gran pregunta, ‘¿Y ahora qué?’. Hasta ese momento había seguido unas pautas, pero ya debía de buscar mi camino y trazarlo, con todas las herramientas que la educación me ha dado, y con todos los conocimientos y recursos que he obtenido durante estos años en la universidad.

Las opciones son muchas, no hay duda. Las que yo me planteé fueron seguir estudiando un máster para especializarme en un tema concreto o buscar trabajo. Y fue entonces cuando apareció mi oportunidad. Actualmente estoy cursando un máster financiado por una empresa, en la que estoy haciendo unas prácticas remuneradas. Estoy en una planta cementera, en el departamento de medio ambiente que es donde siempre había querido llegar. Para esto es para lo que he estudiado tanto, y estoy muy orgullosa. Cada día veo procesos que he aprendido en el grado, veo los equipos industriales a escala real, hago cálculos de caudales, de emisiones. Veo los diagramas de planificación o la sala de control, y entiendo TODO lo que me han enseñado durante estos años.

Doy las gracias a todos aquellos profesores y profesoras que han sabido transmitir todos sus conocimientos porque hoy soy una Ingeniera Química Industrial, y se me valora cada día en mi trabajo (aunque por ahora esté de becaria). Sé que me queda un largo camino, mucho que aprender y seguir creciendo personal y profesionalmente. Pero también sé que el inicio de este camino, es el correcto.

Marta Domènech Cuevas
Graduada en Ingeniería Química Industrial por la Universidad de Almería
Premio al mejor expediente de Grado en Ingeniería Química Industrial

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