La Madraza de Granada, Bien de Interés Cultural desde 1922 con la categoría de Monumento, constituye uno de los edificios más representativos de la ciudad tanto en época medieval como moderna al formar parte del centro religioso y civil de la ciudad. Fundada en 1394 por Yusuf I, tal y como aparece en la lápida fundacional de su antigua fachada conservada en el Museo Arqueológico Provincial, presenta una amplia cronología absoluta que finaliza en el año 1730. Aunque la investigación del bien, su uso, y conservación pueden extenderse hasta nuestros días su vida puede dividirse en tres etapas según sus funciones: la de madraza, la de cabildo y  la readaptación funcional y puesta en valor patrimonial desde mediados del s. XIX.

Es un edificio en origen nazarí levantado en el centro de la medina, junto a la mezquita Aljama, actual Catedral, a espaldas de la Alhóndiga Zaida y muy cerca de la Alcaicería, bajo mandato de Yusuf I. Sigue por tanto la tipología de madraza y dispone de un oratorio redescubierto en 1860. Dicho oratorio posee una importancia fundamental al constituir de un lado, el único ejemplo conservado en la Península Ibérica y, de otro, por ser una fundación estatal al igual que las medersas del Magreb. Se crea como centro de estudios superiores, dedicado fundamentalmente al derecho y en el que la filosofía, la medicina, la geometría o la literatura se plantean como disciplinas auxiliares, asociado a la Mezquita    -espacio en el que se desarrolla la enseñanza primaria.- Además sirvió como residencia para estudiantes extranjeros. Su oratorio es el único elemento que se conserva en la actualidad de época nazarí pues la fisonomía del edificio corresponde a sus transformaciones como casa del cabildo que, a modo de espacio renacentista, presenta una entrada en zaguán que lleva a un patio central como distribuidor de espacios y alturas. Ahora bien, en origen sería un edificio en el que entorno a un patio con alberca se distribuían los espacios, es decir, oratorio, galerías y vestíbulo en planta baja y una galería como comunicante de las celdas de estudiantes y espacios auxiliares en la superior junto a una biblioteca vinculada al edificio.

En el año 1500 se produce su conversión en Casa del Cabildo, debido, entre otros motivos, a su estratégica situación en el centro de la ciudad. Por este nuevo uso el edificio se amplia acogiendo una casa colindante para construir la Audiencia Civil en el piso inferior y el Salón de Caballeros Veinticuatro en el superior pintada con gusto plateresco por Francisco Hernández. A esta ampliación le seguirán en 1554 la reforma parcial del edificio y en 1626 otra en la que destaca la creación de las puertas del Oratorio. Entre 1720 y 1729 se lleva a cabo una reforma integral del edificio que es la que nos ofrece la imagen actual de la misma. En este momento se pierde la portada nazarí y se modifica la estructura del edificio pasando a ser una casa señorial castellana distribuida en torno a un patio central con peristilo en la que los dos pisos se comunican mediante una escalera de dos tramos que ocupa casi todo el flanco oriental del patio con pasamanería de balaustres torneados y cúpula encamonada con yeserías de rocalla.

En 1858 el Cabildo se traslada al nuevo edificio de la Plaza del Carmen, desplazándose así del antiguo centro de poder cívico-religioso. En ese momento el edificio que nos ocupa se vende a un particular que lo utiliza como almacén de tejidos, propiedad de los hermanos Echeverría. En 1939 es adquirido por el Estado y en 1943 por la Universidad de Granada pasando a ser restaurado por Francisco Prieto Moreno entre 1946 y 1960. Estos trabajos se continúan de manos del arquitecto Pedro Salmerón entre 2001 y 2011 junto a las excavaciones del subsuelo. A partir de 1976 se convirtió en sede del Servicio de Extensión Cultural de la Universidad de Granada, dedicándose algunos espacios a otras instituciones culturales, como la Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias y la Fundación Francisco Ayala. Las últimas intervenciones de restauración han permitido recuperar la fachada ornamental con una decoración de pintura mural al temple que simula un paramento de sillares llagueados imitando ser sillares de mármol negro dispuesto a soga con doble ventana en el piso bajo y balconada en el superior rematada por estípites, divididos los cuerpos por una cornisa y la inserción del escudo de la ciudad y de Los Reyes Católicos en el ángulo que, en definitiva, constituye una unión entre la ornamentación escultórica y pictórica del barroco. También destaca el realizar una intervención arqueológica que permite mostrar la alberca de la madraza y la cimentación de un edificio zirí. En la actualidad sigue siendo un espacio dedicado a la cultura y la divulgación patrimonial perteneciente a la Universidad de Granada.

Autora: Julia García González

Bibliografía

CABANELAS RODRÍGUEZ, Darío. “La Madraza árabe de Granada y su suerte en época cristiana”,  en Cuadernos de la Alhambra, 24, 1988, pp. 29-54.

CABANELAS, Darío. “La Madraza árabe de Granada”, En Universidad y ciudad: la Universidad en la historia y la cultura de Granada, Granada, Universidad, 1994, pp. 21-32.

HENARES CUÉLLAR, Ignacio, LÓPEZ GUZMÁN, Rafael. Arquitectura mudéjar granadina, Granada, Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada, 1989.

LÓPEZ GUZMÁN, Rafael; DÍEZ JORGE, Elena (eds.), La Madraza: pasado, presente y futuro. Granada, Universidad, 2007.

SALMERÓN ESCOBAR, Pedro, “Análisis de la Madraza de Granada”, en Memoria inédita, Granada, 2002.