Poetisa gaditana celebrada como uno de los talentos poéticos más brillantes de la España del XVIII. De familia de ascendencia irlandesa, afincada en Cádiz y dedicada al Comercio de Indias, destacó en los círculos de sociabilidad, burgueses e intelectuales, que frecuentaba por su belleza, su formación y su ingenio. Un matrimonio desgraciado contraído cuando apenas contaba con 20 años (con el comerciante portuense Esteban Fleming), y “la campanada” de su clausura en el convento de las concepcionistas calzadas de Santa María, en 1768,  tras un pacto con su marido por un supuesto adulterio, según se comentó en su época en corrillos y reuniones mundanas y literarias, le dieron una visibilidad social notable aunque también han contribuido a la desvirtuación de su quehacer literario durante muchos años. La leyenda sobre “la Hija del Sol”, seudónimo con el que era conocida, empezó a forjarse al tiempo que se apagaba su vida. Nicolás Cambiaso la incluyó en sus Memorias para la biografía y para la bibliografía de la Isla de Cádiz, publicada entre 1829 y 1830,  dando unas pinceladas breves pero muy significativas sobre ella  y Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero), la escritora gaditana, que publicó numerosas obras a mediados del siglo XIX, la convirtió en la protagonista de su cuento La Hija del Sol, no sin advertir que la historia –en síntesis la de su adulterio y su arrepentimiento- era verídica y que la había oído en casa de su madre Frasquita Larrea.  Aunque la misma, en sus perfiles básicos parece ser cierta -el convento era un destino habitual para las mujeres en estos casos, así como en los de divorcio-, en los últimos años se viene poniendo énfasis en su condición de poeta neoclásica y en su obra. Esta se extiende en el tiempo a lo largo casi 40 años, puesto que siguió componiendo en el convento en el que pasó 22 años, dando prueba de una  vocación literaria fuertemente afirmada. Desgraciadamente muchas de sus composiciones no se han conservado, en parte porque ella misma las destruyó. Quedan las suficientes para que la crítica ubique su producción poética dentro de la lírica rococó y neoclásica, destacándose especialmente el cultivo temprano y muy conseguido de una de las formas poéticas más propias de la tradición clásica –la anacreóntica-, en cuyos temas, métrica y tópicos parece desenvolverse cómoda. El resultado de su quehacer, según valoración de los expertos, es un verso breve y musical de gran perfección técnica y cuya lectura se ofrece al oído dulce y  suavemente. Sus poesías llegaron al público a través de la lectura en tertulias y reuniones sociales en las que participó mientras vivió en el siglo, así como en los periódicos publicados entre 1787 y 1798 (Correo de Madrid, Diario de Madrid, Semanario de Cartagena, Semanario erudito y curioso de Salamanca, Diario de Barcelona). Algunas de sus estudiosas ven en su poesía el reflejo de su experiencia vital y de las condiciones de control ideológico y patriarcal que la sociedad de la época imponía a las mujeres. Este último la haría decantarse por el cultivo de una poesía escapista a fin de evadirse de la presión cultural del entorno. En los poemas de la primera etapa de temática amorosa la imagen idílica de los amantes que disfrutan de un amor sensual se refleja en un jardín del amor diseñado con todos los elementos propios de la estética rococó (bailes de enamorados, dulces cupidos y demás finezas), pero en los que salen de su pluma en la época conventual, el amor lleva al desengaño y su experiencia vital como mujer parece estar dominada por la tristeza y una percepción trágica de la vida. Esta se percibe, asimismo, en una temática recurrente en su poesía, la de la muerte. En su producción poética, aparte de su facilidad para la versificación, se ha señalado la presencia de una marcada interioridad subjetiva en la que la identidad como escritora va  de la mano de una intensa vivencia emocional

Gertrudis Hore fue una poetisa de su tiempo que se relacionó con otros poetas e intelectuales de su época. Fue, asimismo, una mujer formada, con conocimientos de literatura y poesía, culta e interesada por los debates que se daban cita entre los ilustrados. Tampoco fue ajena a la preocupación por la educación femenina como se percibe a través de canción Avisos a una joven que va a salir al mundo. Fenisa a Filena, donde advierte del letargo en el que se hallan las mujeres y de la necesidad de despertar del mismo.

Autora: María José de la Pascua Sánchez

Bibliografía

PASCUA SÁNCHEZ, María José de la, “Hore Ley, María Gertrudis”, en MARTÍNEZ, Cándida, PASTOR, Reyna, PASCUA SÁNCHEZ, Mª José de la, TAVERA, Susana (dirs.), Mujeres en la Historia de España. Enciclopedia biográfica. Barcelona, Planeta, 2000.

MORAND, Frédéric, Doña María Gertrudis Hore (1742-1801). Vivencia de una poetisa gaditana entre el siglo y la clausura. Alcalá de Henares, Ayuntamiento de Alcalá de Henares, 2004.

SULLIVAN, Constante, “Las escritoras del siglo XVIII”, en Iris Mª Zavala (coord.), Breve historia feminista de la literatura española en lengua cstellana, Barcelona-Puerto Rico, Anthropos-Universidad de Puerto Rico, 1997, tomo IV, pp. 305-330.