Una de las personalidades que mejor imitó el arte de Bartolomé Esteban Murillo fue el pintor gaditano Juan Simón Gutiérrez. Nacido en 1634 en Medina Sidonia, hijo de Juan Simón y María de la Paz, ingresó en el taller de Juan Andrés en 1655. Probablemente el joven aprendiz guiado de su natural talento para la pintura decidió trasladarse a Sevilla en busca de mejor vida donde ya figuraba como miembro de la Academia de Sevilla en 1664. Tres años más tarde se casa con Antonia Navarro de Córdoba, natural de Morón de la Frontera con la que tuvo ocho hijos. En 1677 está documentado el envío de 33 pinturas a Nueva España, encargó que repetirá nueve años más tarde, esta vez con destino a Caracas. En 1714 figura entre los pobres de la ciudad y en el inventario de bienes redactado tras su fallecimiento figura un ajuar muy modesto y cerca de doscientas pinturas de temática religiosa.

Como señaló Fernando Quiles ese contacto con Murillo debió de producirse a través de dos vías: por un lado, su pertenencia a la Academia de Pintura entre 1664 y 1672, de la que Murillo fue fundador; y por otro, su vinculación al gremio de pintores, la Hermandad de San Lucas, sita en la capilla de la parroquia de San Andrés. En cualquier caso, su estilo no sólo es deudor de las formas murillescas, sino también de otros componentes formales, como el flamenco, procedente del mundo de las fuentes gráficas.

El corpus pictórico de Juan Simón Gutiérrez permanecía circunscrita tan sólo a las cinco únicas obras firmadas: La muerte de Santa Teresa (1687) del convento de carmelitas descalzas de Alba de Tormes; La Virgen y el Niño con San Agustín, San Nicolás de Tolentino, Santa Mónica y Santa Rita de Casia (1698) conservada en el convento de agustinas de la Santísima Trinidad de Carmona y una Sagrada Familia (1698) del convento de agustinas de Medina Sidonia. También firmadas es el Santo Domingo confortado por la Virgen y Santas Mártires (1710) procedente del convento de San Pablo, hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y por último un San Juan Bautista adolescente de colección particular cordobesa.

En parte la dificultad para definir la figura de Juan Simón Gutiérrez, lo mismo que ha ocurrido en el caso de otros artistas sevillanos pertenecientes al último tercio del siglo XVII fue la ingente producción de verdaderos talleres murillescos como los de Francisco Meneses Osorio (h. 1640-h. 1721) y Esteban Márquez de Velasco (1652-1696) a los que se iban asignando muchas obras que, aunque a veces difieren del estilo del maestro, pueden encajar en el amplio concepto y variedad de un taller. Junto a estas observaciones hay que hablar también de los escasos documentos conocidos hasta ahora para poder completar así su biografía.

Los rasgos faciales –boca estrecha y tabique nasal pronunciado- tan característicos de la estética de este pintor han servido para atribuir con gran veracidad un importante conjunto de pinturas que no ha dejado de crecer en los últimos años.

Primero Diego Angulo (La Asunción de la Virgen, Wallace collection de Londres) y sobretodo Enrique Valdivieso (San Joaquín y Santa Ana, Museo de Bellas Artes de Sevilla, Bodegón con cocinera, Museo del Prado; retablo mayor de la iglesia de Nuestra Señora de Elgueta, Guipúzcoa; Virgen intercesora de las ánimas del Purgatorio procedente de la iglesia de Gelves, hoy en la Wildenstein Gallery de Nueva York; Invención de la Pintura, Museo Nacional de Arte de Rumanía) han dedicado numerosos estudios a este pintor aportando nuevas obras a su corpus pictórico. Otras pinturas atribuibles a Juan Simón Gutiérrez son Sagrada Familia y Lamentación sobre Cristo muerto, capilla de la Trinidad, catedral de Córdoba; Virgen con el Niño, Hermanitas de los Ancianos Desamparados, Córdoba; San Joaquín y Santa Ana, Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Autor: José Luis Requena Bravo de Laguna

Bibliografía

ROMERO, Jesús, “A propósito de Juan Simón Gutiérrez”, en Revista Puesta del Sol de Medina Sidonia, 1, 2002, pp.

VALDIVIESO, Enrique, Pintura barroca sevillana, Sevilla, Guadalquivir Ediciones, 2003, pp.

PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio, Pintura barroca en España 1600-1750, Madrid, Ediciones Cátedra, pp. 364-365.

REQUENA, José Luis, “Cuatro nuevas obras del pintor Juan Simón Gutiérrez”, en Laboratorio de Arte, 26, 2014, pp. 427-432.

VALDIVIESO, Enrique, “Juan Simón Gutiérrez, a la sombra de Murillo”, en Ars Magazine, 25, 2015, pp. 110-120.