El pueblo de Orgaz, al sur de la provincia de Toledo, bien podría deber su fama al hecho de que allí vivió y trabajó Juan Sánchez Cotán; no obstante, a todos los viene a la cabeza el lienzo de El Greco El entierro del Conde de Orgaz. Más allá de esta circunstancia, la vida de El Greco y la de Sánchez Cotán coincidieron, según se ha podido documentar a través de material de archivo que da fe de préstamos económicos soportados por Sánchez Cotán a favor de El Greco.  Entre la obra de uno y otro artista se establecen denominadores en común desde el momento en que Sánchez Cotán introduce rasgos manieristas en su pintura aunque la adaptación de claves manieristas se da en una fecha muy avanzada, a principios del siglo XVII. La producción plástica de Sánchez Cotán se define mayoritariamente a partir de los principios barrocos. En cambio, la producción plástica de El Greco se inscribe  cronológica, conceptual y formalmente en la corriente manierista que subyace en las manifestaciones artísticas italianas entre 1530 y 1580.

La luz manierista resulta ajena a la percepción de la naturaleza, se ofrece un mecanismo plástico desde el que suscitar la duda en el espectador. Los lienzos de Sánchez Cotán que se han vinculado al Manierismo, como es el caso de La Virgen de las Angustias del Museo de Bellas Artes de Granada muestran una concepción de la luz propiamente manieristas.  El lienzo de la Anunciación (1603-1627 ca.) la clave manierista se concentra a través de la silueta serpentinata, aunque compositivamente ofrece un ejercicio simple basado en la diferenciación de plano en profundidad que se identifican a través de la disposición del mobiliario. Otros lienzos en los que podemos identificar claves manieristas, a pesar de se trata de pinturas realizadas en la primera mitad del siglo XVII, podrían ser Imposición de la Casulla a San Ildefonso (1603-1627) obra en la que además el momento elegido y nuevamente la silueta serpentinata en un primerísimo plano, y la monumentalidad de las figuras, justifica el manierismo a pesar de la cronología. La Virgen de las Angustias (1626-1627) nuevamente ofrece una luz con valor expresivo propiamente manierista, así mismo llama la atención el ejercicio de perspectiva lineal de introduce a través del paisaje del fondo, el pintor se esfuerza por dejar constancia documental del lugar en el que se sitúa la escena, este detallismo recuerda ahora sí a El Greco.

En sus lienzos sobre la historia de la Cartuja donde se evidencian rasgos de la pintura gótica con trazos propios de la pintura adscrita al proyecto de El Escorial, podría antojarse la interpretación de las citas góticas como una elección del pintor para romper con el clasicismo y de ser así bien podríamos interpretar otra clave manierista en su producción.  Recordemos la obra de Alonso Berruguete (1490-1561) en la que este procedimiento de citas góticas se ha consolidado en la historiografía de la Historia del Arte como una  clave manierista. Insistimos que en relación a la pintura de Sánchez Cotán no podemos perder de vista las fechas en las que el pintor trabaja. Finalmente, en la pintura de Sánchez Cotán vinculada formalmente al manierismo se echa en falta la destreza compositiva frente a las soluciones de El Greco que hacen gala de su amplio dominio para la representación de la tercera dimensión; e incluso, el empaste de la pincelada del griego nada tiene que ver con la pincelada académica, es decir pulida o imperceptible que define a Sánchez Cotán.

Los profesores Pérez Sánchez y Benito Navarrete nos proponen mirar los lienzos de Sánchez Cotán desde su referencia a maestros de El Escorial tal como Juan Gómez y el miniaturista Juan de Salazar. Todos tenemos en mente el hecho de que la producción plástica de El Greco, justamente por su manierismo, no fue admitida en el gran proyecto cultural de Felipe II, El Escorial. Acaso también es oportuno valorar la presencia de Navarrete “el Mudo” (Logroño 1526-Toledo 1579) como uno de los maestros de la pintura que determinó claramente el gusto y la promoción del arte llevada a cabo por Felipe II en El Escorial. En la obra de Navarrete “el Mudo” apreciamos su evolución desde propuestas manieristas hasta la humanización de los personajes marcada por la Contrarreforma. En síntesis, podemos establecer una doble vertiente en la pintura de Sánchez Cotán que corren en paralelo en el tiempo, por un lado sus obras de claves manieristas; y por otro, la humanización de la pintura en clave de Contrarreforma, de Barroco. Un ejemplo paradigmático de esta segunda vertiente es el lienzo de La virgen despertando al Niño del Museo de Bellas Artes de Granada. Así mismo, en la Oración en el huerto (1626-1627), donde llama la atención en encuadre plenamente barroco así como el rompimiento de gloria que centra el argumento de la escena.

Los profesores Pérez Sánchez y Benito Navarrete definen los bodegones de Sánchez Cotán “de casi milagrosa perfección en sus lienzos”, de gran realismo definido a través de la luz, composición y pincelada. Sitúan a Sánchez Cotán como un pintor de primera fila en el género de naturalezas muertas. Llama la atención sus propuestas para trabajar el claroscuro en los bodegones, recordemos que en catálogo se tiene constancia de sus bodegones desde 1603, lo que supone que mientras en Italia se experimentaba con el tenebrismo, aquí Sánchez Cotán integra el claroscuro en buena parte de los casos con carga simbólica (tenebrismo), un buen ejemplo lo tenemos en Bodegón con cardo y zanahorias (Bodegón del cardo) que se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes de Granada.

Autora: Aurora Arjones Fernández

Bibliografía

Pintura española de bodegones y floreros de 1600 a Goya, cat. exp., Madrid, Museo del Prado, 1982.

La imitación de la naturaleza: los bodegones de Sánchez Cotán, cat. exp., Madrid, Museo del Prado, 1992.

ARJONES FERNÁNDEZ, Aurora, “El Manierismo de Alonso Berruguete, El Greco e ‘Il Parmigianino’”, en ARJONES FERNÁNDEZ, Aurora, Santa Margarita de Il Parmigianino en la Colección del Ayuntamiento de Málaga, Málaga, Ayuntamiento de Málaga, 2015, pp. 11-14.

CHERRY, Peter, Arte y Naturaleza. El bodegón español en el Siglo de Oro, Madrid, Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico, 1999.

OROZCO DÍAZ, Emilio, El pintor fray Juan Sánchez Cotán, Granada, Universidad de Granada, 1993.

PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso, Pintura barroca en España (1600-1750), Edición actualizada por Benito Navarrete Prieto, Madrid, Cátedra, 2010.